Comida familiar de despedida en Los Reunidos, regresan mañana a Washington, a los postres han venido mi hermano y esa Belén, Hemos subido a casa y había más concurrencia de orientación familiar
Me llegan muy buenas noticias de mi libro vasco, aunque no se pueda presentar en el Club Marítimo del Abra de Getxo, que no es una tribuna ciudadana y en todo caso solo es posible con libros náuticos, y no lo pudo hacer un gran escritor local, pero ha divertido y gustado mucho, en realidad para quienes escribo, y alguna decisión que pueden tomar.
Pocos intelectuales me han enseñado tanto a mi edad invernal como Antonio Escohotado. Pertenezco a una generación cuyos mejores figuras tuvieron la lógica evolución tanto moral como intelectual, ni enquistados en las nuevas religiones ni petrificados en mohosos dogmas tontos. Un placer muy reconfortante entre tanta zafiedad y brutal incultura haberlos seguido. Y divertidos, sin mohines de falsa sentimentalidad, siempre en las trincheras de la razón argumentativa y persuasiva. Es regalo de Reyes de XY, siempre tan fina y atinada
Mi nuera, norteamericana, gran conocedora literaria, no pierde la ocasión de introducirme en la alta literatura norteamericana y también de las minorías étnicas.
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