Estábamos muy flojos de conversación y como se ha aproximado una compañera de estudios de Sr advocat de mi hermano para pedirle gel asintomático y que estaba sola, le he dicho:
- voy a ir a donde tu amiga, que es otra rarita y está sola, para que se venga con nosotros, porque no hay divertimento
-no, no lo hagas.
-le atraes, la otra vez en Weyler igual, algo bastante desconcertante por lo demás.
Bueno pues le voy a llamar a Belén que está con su hermana para que venga y nos meta un poco de conversación incitante y simpática- pero no me coge el teléfono.
El caso es que vamos cogiendo el tono y entramos a comer. Y más tono, tino, vino, no vino, tomo, no tomo, sí tomo. Estábamos ya muy conversacionales y llama Belén. Que estaba en el aeropuerto a donde había llevado a su hermana.
-No te preocupes Belén ya no te necesitamos ni a ti ni a tu hermana, te he llamado porque no habíamos cogido el ritmo y actitud de optimización de la conversa, y ya resulta irrelevante que vengas o no, porque ya lo hemos pillado. Pero si quieres ven con Pedro que no vamos hacer que no os conocemos- ella no me concede el más mínimo crédito. Y una vez que estaba solo como un perro -la exfrase preferida de mi hermano antes de entregarse a las multitudes y a la sociabilidad, no como yo- le pedí a Belén que me asistiera y pasó de mí.
- Hermano -me dice mi hermano- vamos a medias con la comida, aunque si te empeñas ya pago yo-
-Después de una década y un lustro pagándote todo, ahora que tienes posibles y una posición desahogada (eres un millonario en términos relativos), me vienes con esas...
Estamos muy conversacionales y conectivos. Pagamos y él deja 50 céntimos o así de propina, inmediatamente le delato
-Ivanka, Xabier/adrián escuchá ¿sabéis cuánto os apropina?: 50 céntimos, por favor hermano, cumple algún estándar,
Ivanka me espeta -déjale a tu hermano, tú eres el que tiene que apropinar- y apropino.
Nos vamos al puerto para sacar el ticket a Las Palmas. Y nos ponemos a ver los veleros. Mi hermano que presume de que su padre fue oficial de puente de petroleros, no tiene nociones elementales de barcos. al punto que empieza a aludir a las pocas tías que hay en cubierta, como si el deseo le apremiara o azuzara. Todo mentira.
- ¿A esta hora, porque no vamos al Corte Inglés? -le sugiero- que hace años que ni lo piso, con todo lo que íbamos cuando Srs advocats
-No , es absolutamente contaminante
-Pero tú llevas escafandra
-Da igual
- Y entonces, con todos los geles que llevas, algo harán ¿o no?
- Yo no pongo en riesgo mi vida por la chusma
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