En resumidas cuentas, comercio alimentario o filosofía política de Habermas. Para mi la única acción comunicativa del día es (era) con las empleadas de la gasolinera: Paqui, Pepi y Mari Luz la cubana (despotricamos de la dictadura), donde compro la prensa y el miércoles el Hola, aunque ahora permanezco escondido como una rata inmunda, me hurto al mundo doblemente; al mundo como voluntad y como representación (en versión minúscula: el mio, no el de Schopenhauer que vemos es como doble), y no muestro otros síntomas de virilidad que mis 56 pasos por cada largo sin dar la vuelta y durante una hora a mi paso.
Debe ser la anamnesis del hades ahora con el pandemonium. No obstante yo me mantengo muy firme: vino y cervezas, guantes y mascarilla, así de primera necesidad ahora mismo no se me ocurre nada más. Algo me estaré dejando. Ah sí, el vermut para XY, que además ella es "esencial".
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