Un HOLA de recortes, cada semana peor
Sigo sin mostrar unas dosis aceptables de virilidad, otro
día sustraído a la calle. Otro día con
trampas. Le vuelvo a anunciar a XY, en
lugar de callarme, que tengo que ir a
comprar cerveza y… no, ya te la traigo yo. Al final lo que voy a contraer es
una agorafobia de terapia de grupo y fármacos, todo mezclado con alcohol de farmacia.
Encima como han caído unas gotas ni siquiera he hecho los 6 kilómetros; la
mayor lejanía, subir al estudio de escritura, que no requiere vivaquear, por si
lo enfatizara como gesta.
Una noticia esperanzadora y refrescante: David que tiene un alijo de 60
cervezas, no ves que tengo dos neveras…
Me llama XY al fijo, porque como siempre tengo apagado el
móvil bueno casi, por lo que contaré. Nos han hecho el test y he sacado
negativo y tú también, igual es peor porque eso significa que no lo hemos
pasado. Como no tengo una opinión formada pregunto. ¿Y el resto? Todos
negativos. Pues no sé.
Como después conecté el móvil, una llamada a la tarde
-Es usted (mi nombre) ¿es Sr advocat, verdad?
Silencio (jamás me he sentido aceptablemente identificado, y pienso qué decir) –bueno, fui.
Estoy jubilado-
-Ay que pena, me han recomendado, que es buenísimo y que usted seguro que me lo
arreglaba- me callo ¿o le digo que le puedo presentar a unos cuantos que dirían
todo lo contrario o al rumano que me dijo que era el peor Sr advocat, no de España
o Europa, sino del mundo? Me lo he
pensado mejor, no le voy a aburrir a
esta con mis traumas.
-pues que frustrante, además usted es vasco (y dale, y eso que no sabe de mis
6 apellidos restantes hasta llegar a los 8)…
y como yo soy gallega… Hala. Ni
pandemoniun, ni nuevas prioridades, ni Foucault muerto: el tribalismo cañí, la
españolidad más pura, agonística, pulsional, antropológica
No sé qué podría
pensar Iñaki Martínez, de España digo
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