sábado, abril 18, 2020

La esquiva belleza literaria de la infamación de hoy



 Hoy venía María y tenía mascarillas y guantes a la entrada y yo también mascarilla. Siempre le  pregunto por los gitanos (la única etnia de España) de su barrio: todo el día en la calle. Me he ido al complejo, la casa grande donde hay un montón de sitio y tenía el despacho, ahora sin un solo libro ad hoc, ni un solo rastro y la biblioteca oficial donde grabamos un video (no debo adentrarme -por mi bien-, lo haré en mi próximo libro), y arriba del todo está  el estudio de escritura.
Tenía atragantada la columna de martes, que para hoy las suelo tener requete hechas, pero soy tan antigubernamental y les tengo tantas ganas que esta vez no puedo graduar la belleza literaria de la infamación, otras veces un manantial de leche y miel.
 Ha llegado XY que ha ido a MERCA -me protege, yo ya estoy expuesta, pues por eso mismo, que no. 
- No entiendo, si ayer hice un SPAR etílico...
A la vuelta, que es insoportable (MERCA) y que siga yendo yo.
- De parte de Mariluz la cubana -con la que execro del régimen- de la gasolinera que hoy no hay revista en ningún periódico.  Mejor, menos que mirar, yo ya no leo, solo hojeo los titulares, y eso si me pongo periodístico, que si no ni eso.

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