Mi madre y yo éramos de Bilbao.
Cuando Bilbao era gris y lluviosa y había un estilo conservador inglés/iglesia.Para ir finalmente al SPAR me he puesto una camiseta rosa y una sudadera verde que lleva rotulado NYC, y he evocado a mi madre "¿pero qué pintas llevas?" Pues me voy a sacar una foto: esta, que no me veo muy en edad invernal (Paul Auster). Todavía me faltaban el pantalón beis y unas playeras rojas bermellón, un bermellón no muy picante.
Mi madre no perdía oportunidad para llamarme ATORRANTE, IRRESPONSABLE E INSUSTANCIAL (este es casi un bilbainismo). Como yo todavía seguía en edad de ansiar una figura con la que identificarme -no me llevaba nada bien con mi padre-, que ya me costó no alcanzarla, para al final quedar flotando, como lo que me llamaba era yo, lo que hacía era cooperar en constituirme. Aunque en absoluto era su pretensión, a mi me enaltecía. Era el yo del enunciado sin llegar a acceder al sujeto de enunciación si estoy bienrecordando a Lacan,
Mi madre murió hace 4 años, antes había perdido la cabeza, pero solo conservé el "insustancial" (a veces ganorabako en Baskisch). Lo cierto es que no me salía hablar en serio con mi madre, además nunca lo había hecho, que así es cuando puedo ser simpático. Siempre tonterías...simpáticas.
Mi hermano, que no es biológico -adoptado por mí- se escandalizaba porque yo le decía que mi madre me caía bien. Y no que la quería, amaba o qué se yo, como él daba a entender de la suya, que me producía grima.
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