Ya en el filo del pandemonium estuvo en casa un amigo escritor marroquí, para las presentaciones de la colección, y me preguntaba: tú dónde trabajas o cuándo, y yo le decía, no solo no trabajo sino que no hago nada, cero, el vacío (uts en baskisch) del escultor Oteiza o Chillida, igual de puro. Entonces intervenía XY y argüía
-No le hagas caso, escribe una columna y...
- No hago nada, si queréis vamos a la Seguridad Social y consultamos, que nos den un certificado, a ver cuánto hago yo.
- No sabes, tampoco tiene amigos -- nuestro amigo reía y emitía: Ya entiendo
- Ya no tengo amigos, solo enemigos de clase, que me los he buscado yo, nadie me los ha conseguido. Los amigos, para un ex-vasco es un acompañamiento vital, le salen como setas, librarse de ellos es más difícil
-Le falta decir que tampoco lee, que es otra de las suyas
-Una cosa es que esté con libros y otra que lea, Con el tacto no se lee, ¿o tú sí,? bueno, con el Braille sí.
Este preliminar para anunciar que, ahora si, ya camino 6 km cada día, con animus obcecandi (para caso que el sintagma latinajo sea dable) puedo dar 56 pasos hasta dar la vuelta, y luego un montón de largos hasta llegar a una hora, y sudar, he retomado lo que mas he hecho en mi vida, caminar, de joven tenia un potencial de arranque como los Formuial 1 ¿carburante? ansiedad y angustia aunque en una proporción algo menor, como de menos octanos ¿bien?
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