Se toma con humus de aperitivo. La aristocracia marbellí nos lo puso
Esta mañana anuncio antes de ir a M.: Me voy a
liberar de las atávicas inercias y
costumbres carentes de lógica. No pienso estar todo el rato quitándome
las gafas para mirar la fecha de caducidad y poder leer las marcas, cuando
no agachándome para recogerlas porque se me están cayendo todo el rato, o retrocediendo porque las he olvidado en algún estante. Además sin gafas conduzco como
si tuviera prismáticos en los ojos.
Así lo he hecho, me subo a La Cuesta ¡qué
diafanidad poder leer las señales y
letreros!.No he cogido las gafas pero tampoco monedas, le pido a una cajera cambios para el carro,
que no tiene. Me da una llave maestra y
me dice que la meta por el lado que no es consistente, solo metálico. No la
entiendo y me lo tiene que repetir al
menos cinco veces cada vez más alterada. La gente que espera, que a la vista
está tienen menos estudios que yo, hacen gestos de que ellos si lo entienden y
que es muy fácil. Me están acomplejando. Y con razón.
La meto en el carro por el lado
que parece llave de carro, que no entra. Le vuelvo a decir a la cajera que
está cerca “No entra”.
-le estoy diciendo que es por el otra lado-
me digo, pues no era tan difícil de entender, la verdad. Estaba empeñado en A y era B, así de binario.
Los empleados rezuman amabilidad por todos los lados, tiene
naranjas de oferta y te las muestran de cerca. No hay nada que mirar, hasta que
entra una negra, especulo si será una prostituta, pero aparece un niño mucho más negro, que no me
quita la mirada, la madre evidentemente ni me ha vistió, ni que hubiera adivinado mis deliberaciones, el niño . Es la
única nota de color entre tantos blancos.
Llego a la comida para animales, tras surtirme holgadamente
de comida para Sarita, lo que le gusta, no come cualquier cosa, me familiarizo
también con la comida para aves- loro.
Esto es la vejez: comprar comida para
varios animales. Pero echo en falta el paisaje inglés.
Ayer a la noche le tengo que decir a XY que pare de cantar,
no ves que en uno de esos movimientos absolutamente paroxísticos y dementes, el
loro se va desnucar o va a estampar la cabeza con pico y todo
contra la jaula y se nos mata. Este loro
va a morir cualquier día bailando.
1 comentario:
Buenisimo Lucian, jajajaja.... el episodio del carro, las gafas y el loro...genial!!
Tb me gustó mucho la lectura de los rusos zaristas...
besos.
R.W.
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