Ayer acudimos a la invitación del periodista Tristán
Pimienta, a la conferencia de ingreso en
el Instituto de Estudios Canarios. En La laguna. Este periodista había presentado en el
Club La Provincia de Las Palmas mi
libro El Sáhara como metarrelato, tras publicitarlo una semana en el periódico.
Había que confirmar invitación. Acudiré con dos acompañantes, por XY y el
hermano, escribí un email. Hemos quedado con
Agustín Enrique para gestiones ante el presidente de esa máxima
institución cultural.
Lo que empecé
diciendo un poco por decir, al final se ha convertido en realidad. Hace años
me refería a las actuaciones de mi hermano y yo, cuando no eran propiamente eso.
En unos pocos años nuestras actuaciones han ido a más, y las
giras al final son giras. Mientras lo común es el estacionamiento y el letargo,
nosotros cada vez toreamos en mejores plazas.
En el día a día pienso que mi vida es aburrida y rutinaria
en la que nunca pasa nada, pero como lo veas con secuencias de uno o dos años,
te asombra todo lo que hacemos, y eso, sin road manager. Ahora toreamos en grandes plazas.
Mi hermano es un conferenciante con un currículo dentro de
la cultura, asombroso: Facultad de filosofía, Rotary, Sociedad el Sitio de
Bilbao, y ahora la casa Ossuna del
Instituto de Estudios Canarios. Un intelectual que se mueve a su nivel.
Mi libro sobre la literatura canaria será presentado además de por
Agustín Enrique brevemente, por el catedrático de literatura y presidente del
Instituto da la Casa Ossuna, la Primera Casa, en la Segunda Casa, la Real Real Sociedad
Económica de Amigos del País, salvo imponderables. Como dijo el Hermano: noche
fecunda.
Terminado el acto fuimos los cuatro a succionar –llevamos
varios días en la succión, a ver si en los días de boda logramos contenernos un
poco- y a reírnos con el guturalista genial. Si algún día mi hermano y yo
pensáramos en ampliar la fraternidad,
tendríamos que incorporar al teniente coronel Agustín Enrique.
Mi hermano sigue a ritmo infatigable con su vertiente de
músico para el sanguit de la boda, debería quedarse en esa actividad con
Amparo.
A los invitados a la boda: nuestro contingente aporta tres
actuaciones, EE.UU. una que ofrece es
un trío que hará Country, compuestos por dos
americanos y un alemán, amigos de los novios, dos guitarras y teclados.
Uno de los dos guardias civiles asistente a la boda, acudirá al sanguit con
tricornio, y habrá mantones de Manila. Menos mal que amigos canarios del novio son gente de cine, para el registro de actos.
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