jueves, mayo 17, 2012

Lo que se cuenta en Washington



Le preguntamos  a E.  a ver que se comentaba en Washington sobre la situación española, y nos  contestó que en una reunión que tuvieron (en la máxima organización financiera mundial) el día anterior, se había hablado no muy bien de ella.
Estaban reunidos para discutir si  aprobar  (sería “implementar” seguramente)  un gran proyecto para servicios en México, y que una de las jefas asistentes  a la reunión comentó que pasaría lo mismo- de ser aprobada- que en Grecia, Italia y España: que tal cúmulo de servicios creados resultarían infinanciables.
Es con diferencia lo mejor que he  oído sobre la crisis, el verdadero I + D, es decir, interés más deuda más mucho más interés y deuda, hasta que ya no se pueda más ni con la deuda ni con el interés. ¡In-financiable! ¡Qué evidencia!, tras todo el lujo de aplazamientos, re-re-re-refinanciaciones, ocultaciones, disimulos, huidas  desbocadas y generales hacia delante... El acordeón de aeropuertos, Ave-s, universidades, museos, estadios, autovías, suntuosidades, reinos, decenas de ministros y embajadores, alfabetización  general en lenguas no maternas, gratuidad en el cambio de sexo, ya que todo había devenido, más o menos, derecho fundamental…  despilfarros inconcebibles que asombrarán a las próximas generaciones.  Quiebra, salida del euro,  abismo, caída en el vacío, nuevo paradigma, época que finalizó, otro sistema mucho peor que nace. Nuestros griegos se rebelan contra el fin  del Estado de bienestar. No entienden que entre mantenerlo deus ex machina  o no mantenerlo, se adivine su reducción. Ven mucha maldad y perversidad –los alegres y confiados se nos vuelven animistas- en ello, además  injustificable.  Le vieron a ZP regalar dinero directamente  anteayer, y claro…. Ahora mismo siguen pretendiendo los famosos hispano-bonos, seguir con la deuda henchida  y con horizontes de vencimiento siempre retrasables -propio de los no pagadores-,  como la línea del horizonte al viajar.
Una tarde al menos por semana suelo hablar con un sindicalista amigo, de la crisis y derechos sin ningún tipo de problema.
Pero con quienes nunca he podido,  y ahora menos, es con la gente de mis mañanas. Los vigilantes paternalistas, no del todo desinteresados, que a la planicie habitual de escuetos sofismas ahora incorporan tablas de medición del tipo “cinco es más que cuatro y que incluso que dos”. Lo dicen cargados de razón, son geniales.

1 comentario:

el escritor escondido dijo...

Estaría muy interesado en ver qué dice el club Bilderberg de todo esto. Si entre uno de tus lectores hubiera un socio que aperezca y nos lo aclare.