domingo, octubre 23, 2011

Con el círculo de lecturas liberales en el casino


Llegamos a la calle Nokia, venimos del Casino y están cerrando los bares. Ha dejado de ser viernes. Como siempre en esa calle  me acuerdo de Proud Mary. ¡Zas! Un grito: ¡Lizundia…! Es ella.
- Verdad que Víctor además de parecer abogado parece un teólogo…- dice Proud . Pero antes ha maniobrado:
- Dame 20 euros-
- No, no te puedo dar. Tengo que beber… y pagar, no actúo como tú- Me los vuelve a pedir, saco la cartera y casi me los vuela, le doy 10 y la aquieto.
Me da la mano y vamos de la mano –la pareja atrabilaria, decadente y pervertida-  a una mesa, con gente claro,  en donde ha dejado su copa. Volvemos, no entra en el bar, seguramente proseguirá con sus exacciones. Me separan unas cuantas generaciones de las chicas guerreras que bailan en la pista, y lejos de sumirme en la depresión, me siento una persona plenamente realizada. A diferencia de la mayoría sigo incurriendo en la noctivagancia  y su acontecer excepcional. Lo que ansiaba de joven: jamás desertar.
-Yael, esa chica de antes –por Proud Mary- es exnovia de mi hermano- le confieso.
- ¿Siiii?
-Sí- y se dirige a mi hermano, el tal Víctor, sonriente y  maliciosa.
- Dice que la chica de antes es tu exnovia
- No.  Es mentira- lo que me obliga a intervenir.
- No es mentira, otra cosa es que ahora te arrepientas o te avergüences, y la repudies, pero fue tu novia, si no fue más… que no quiero hablar- le enfatizo.
Me parece que mi hermano, ahora de brazos cruzados, está siguiendo el ritmo de la música. Su cabellera ha hecho un amago de ola u ondulación. Me acerco a él.
-Por si no te has enterado todavía, no es  a Wagner a quien han puesto, sino  David Guetta. Es como si estuviéramos en Ibiza, no en Bayreuth. O  no te has dado cuenta de que no hay un solo smoking… si  no hay casi ni vestidos...
- Eeeeh…. – Le veo adentrarse más  en él. Parece rebasar su propio espíritu para buscar una morada aún más interior: el ánima (el centro de la cebolla psíquica humana) que diría  Carl Gustav Jung.
Hemos estado horas hablando en plan caballeros ilustrados en el casino y solo me he tomado un gin tonic. Me succiono en el bar que estamos y en la calle 3 cañitas, y hablo con A. que es  del Círculo de lecturas liberales, quienes están a la última de aparatos electrónicos, redes sociales y demás
-Oye A., lo del Jobs que murió, Appel, es lo contrario de internet ¿no?- he estado horas hablando  serio y no quiero que se  me tome por tal. Gano bastante  más diciendo tonterías.
Por primera vez en mi vida llego a casa con unas ganas de beber y seguir tomando cervezas, horribles, como si en vez de llegar estuviera saliendo. No habré invertido el domicilio… Por la hora que es, si me las tomo voy a estar casi en horas de desayuno. Voy a acabar como Goethe, que desayunaba con cerveza, me digo,  y me voy a dormir.

En el casino con los liberales/libertarios
Durante la cena  mi hermano se ha limitado a mendigar patatas fritas para su escalope, como si estuviera a las puertas del casino (zona cocina) y no dentro,  antes ha desventrado el pan, se ha pedido un salero, ha rociado compulsivamente  la sal, y para que nada quedara a la imprevisión y aleatoriedad ha pedido que le calentaran el plato.
-          No  ha podido dar tiempo a que se te enfriara,  vuelve a ser imposible- le digo.
Observo que el tiempo que transcurre entre cuando el plato sale caliente por primera vez y se lo retiran, es mucho menor al de cuando sale caliente por segunda vez y ya no se lo retiran después. Pero algunas conexiones neuronales desprecian ese dato, y la madre sigue absorbida en tanto se perpetúe el paladar infantil de mi hermano, que viene a ser el sello de la Alianza con ella.
Al estar la vida de un neurótico presidida por la ritualización de casi todos sus actos, se produce entero el ritual: se ha bebido 50 centilitros de vino tinto -ni uno más, ni uno menos-, ha pedido un  helado y un Tía María. El mero acto de comer es como un tedioso, único y rígido proceso administrativo o la liturgia de la iglesia ortodoxa griega. ¿Está socializado mi hermano? Pues hasta cierto punto  creemos que sí.

 Primer contacto. Seguirán otros
Han venido solo tres a su cita mensual de lecturas liberales; han llegado a  reunirse 14. Nosotros, además del interfecto el Niño y yo. Yael, como siempre y debe ser, preside la cena. Ella es el gozne de unión.
Los lectores libertarios, como era de esperar no son cualquiera. Son muy ilustrados, cosmopolitas, universalistas (en horas no hay una sola referencia a lo singular o local), exitosos, singulares y lógicamente lo saben, muy críticos y para ellos la política sería una tarea para tratar de influir en minorías  más que en las masas, expandiendo una ideología plenamente tributaria de un pensamiento político de altura redescubierto, y muy inquietos.
 ¿Alguien se imagina a la izquierda leyendo a algún teórico de ese (su) pensamiento? En ese páramo solo es posible las jaculatorias morales, de quienes estúpidamente se  arrogan superioridad moral y que llevan décadas leyendo: a) periódicos afines, b) revistas sectoriales, c) boletines, d) recensiones, e) documentos en  PDF, f) informes,  g) ponencias, h) resoluciones, i) cartas públicas, j) resúmenes de prensa,  k) digitales l) y ¡novela los más intelectuales! Y eso, los dirigentes y cuadros, el resto:  grey, masas populares… las consignas del megáfono o Gabilondo.
Como dirá poco después I, les faltan lecturas.
Hace muchas décadas, en tiempos de  Franco, acudí yo a otras reuniones. Eran de izquierda, entonces en ese campo se hacía que se debatía, se transmitía una dogmática, ya entonces caduca, que no eran más que, lo descubriría mucho más tarde, cursillos de moralina y rudimentos de economía y filosofía. Fue cuando la curía católica se pasó con armas, alumnos  y bagajes a la nueva religión, de dogmática más rígida y que se postulaba además científica. Y el amor a los pobres a balazos. Ahora, en el yermo, ni eso.
Son treintañeros. A. ha vivido 7 años en china y habla dos idiomas chinos (y tiene dos licenciaturas). Lo comprobamos después en la C/Nokia con un chino vendedor de flores. Espectacular. JR es un científico, biólogo, al que  ahora le publican en Nueva York, en tapa dura y en inglés un libro sobre alguna particularidad de la cabra. I. me recuerda al joven intelectual de izquierda de mi época, de cuando los hubo, tiene a las ideas y al pensamiento político a la máxima altura, cree en ellas con pasión, son su motor y además es un activista con ganas de que sus ideas penetren en la sociedad. Con la inteligencia como valor axial.
-          Soy  libertario  sobre todo por  un fundamento de tipo moral- comenta I.
-          En principio eso sería lo más difícil de defender…- le contesto
-          No, porque surge de una idea de fraternidad opuesta al hobbesianismo, de otra concepción antropológica- me contesta.
Le cito Argentina y la Escuela de Chicago (él es de la vieja Escuela austríaca, la de los grandes pensadores históricos: Popper, Hayek, Mises…)
-          De la Escuela de Chicago no quiero saber nada, me produce tanta aversión como el socialismo.
No recuerdo el tiempo que hace que yo hubiera  oído algo similar: ¡reflexiones en torno al pensamiento político  y elaboraciones críticas -tras años de  letanías tontorronas de la Foto de las Azores, el  latiguillo omnipresente de ¡neoliberalismo! y demás agresiones a la inteligencia y a la autonomía individual -, inteligentes y personales. 
Pongo esta dirección del Partido de la LIBERTAD Individual, del que I. es su coordinador aquí. En lugar preeminente –véanse- están  los pensadores de cuyo pensamiento  beben. ¿Alguien imaginaba que eso podía suceder? Años de tanta miseria....
www.p-lib.es                   Mirar: Nuestras ideas/Nuestros pensadores

2 comentarios:

el escritor escondido dijo...

También el Lib era la revista de cabecera de muchos en los años 70

Anónimo dijo...

¿Una novia de Víctor? ¡Esa historia tiene que ser contada!