El manuscrito israelí-palestino -marroqui ya mandado a mi hermano, definitivo

Cuelgo dos fotos de hace varios años, mi hermano en el Oliver de Santa Cruz de Tenerife donde celebramos nuestra cenas tertulias intelectuales, modalidad pensamiento,   interpretando Haktiva, que es el himno de Israel. Abajo su improbable servidor, en San Francisco, California, ante  el Museo Beat, no de los que no fueron  o apenas a Tanger, sino el de Ferlinghetti, editor y poeta.

Pues sí, he escrito el libro más motivado de mi vida con diferencia, realmente  ha sido el único. Después van los del Sahara marroquí, y casualmente Marruecos e Israel siguen cooperando fructíferamente. Y mucho mundo árabe calla y espera,   pueden vislumbrar el futuro, que será bien distinto. Ocurre que la superficie del mar se  encrespa y agita y las bandadas de gaviotas graznan muy alteradas, pero según bajas  al fondo los movimientos del mar  son más lentos y poderosos. 

A pesar de la (mi) divisoria radical entre conocimiento/pensamiento, entre erudición particularista antiorteguiana y pensamiento de elaboración y sesgo personal, toda  cuestión previa es cognitiva.Y es fundamental saber, tener conocimiento, poder argumentar,  lo puedes comprobar con los amigos españoles del Sáhara polisaria, que gustan dar clases a Marruecos de democracia y autonomías. El creyente de causas de la humanidad, a prioris sagrados,  principios divinos incuestionables, de podrida eticidad siempre, descuidan la esfera cognitiva. Ni argumentan, quieren heroicos movilizar.

En Palestina han cifrado todo  en viñetas mártires, lemas paroxísticos, consignas con niños-siempre niños, en pasiones virulentas, emociones de retumabar procesional que buscan solos su propia demolición...mártir. Ayudamos a  ello.