domingo, septiembre 24, 2023

Ilya U. Topper, la luz entre manifiestos y asociaciones narcotizantes engalanadas

 Este libro lo empecé a leer en Getxo,  y ahora lo he podido retomar. Creía que había hecho alguna anotación, al descubrirme elementos  del Kulturkampf (lucha cultural) de finales del XIX (entre protestantes y católicos y su partido Zentrum),  de la importancia que tuvo el canciller Bismarck, que metió a más  mil sacerdotes católicos en la cárcel (ni idea) y expulsó a los jesuitas (acostumbrados). El estado alemán por fin laico, una vez puestos en vereda los católicos.

En octubre del pasado año me fue a recoger Chaui al aeropuerto de Tánger, y estando en el bar del  Rembrandt salieron  a a relucir algunas lecturas que teníamos hechas como la de  ¡Nicos Poulantzas!, la impronta  portentosa de una  común cultura generacional. Vínculo que puede ser mas fuerte, incluso es,  que el nacional, menos mal. Le comenté que todos los intentos de reformismo politico cultural del islam, hasta donde yo sabía ,incurrían en el salafismo y el regreso a las primeras fuentes y compañeros del Profeta,  a la primigenia pureza inspiradora. A las fuentes insustituibles. Que  intentos reformistas como la Nahda, Al Afgani, Mohamed Abduh jamás  hacían tabula rasa, como el  Renacimiento (bueno... según), la Ilustración, la revolución. Todos los reformadores querian extraer su legitimidad del islam. Con la interpretación por fín buena, la correcta. Partiendo siempre de su buena lectura y presunta compatibilidad  con la modernidad jurídica y constitucional. 
¿Por qué era tan dificil cortar de cuajo, separar Estado y religión ( no abolirla, por supuesto)?. Lo que  también le habían pasado (Topper) a destacadas feministas tunecinas y del Magreb de hace unas décadas, después reconocerían su equivocación de enfoque.
No recuerdo que me contestó Chaui, o se quedó reflexionando o no lo veía.
Coincidir con Topper plenamente es hacerlo con quien conoce profundamente la civilización islámica (que distingue González Ferrín), valiente y, señoras y señores, con ¡pensamiento personal! no coral y rezo.  Escenario y focos. Tan  nulamente críticos y analíticos,  que disimulaban los hechos graves y palmarios enterrándolos a cañonazos,   desoyendo las más mínimas interpelaciones de una conciencia mínimamente  intelectual.  Probos funcionarios de los conocimientos reglados mas acomodaticios, sencillos y rentables
La constantes ciabogas de los barcos empavesados y rutilantes que  en el Estrecho navegan en círculos cerrados a ninguna parte.

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