Reunión del Open Government Partnership en Tallin Estonia
El domingo pasado mientras mi nuera y mi nieto salían de Málaga de vuelta a Washington, mi hijo volaba por trabajo a Tallin Estonia, para esa agenda de arriba.
En mi artìculo de El Día cuento como oyeron hablar euskera en Tarifa mi hijo y mi nuera, y un amigo vasco suyo, ertzaina él, que vino a la noche a Cabopino nos contó que en 9 dias en Conil todos los días oyó hablar en vascuence. Todos estamos de acuerdo que no es natural, sino forzado, para darse importancia, ser especiales por la franja más elevada de la máxima singularidad, suecas de los años 60 en bikini. Saben que en la Costa azul, en las playas del Adriático, Normandia y Malibú para todos serían de origen anónimo y ajenos de la más irrelevante ajenidad. Esa afectación, fatuidad, superioridad solo lo pueden hacer en España. Resulta que me he tirado las dos primeras semanas de agosto entre Getxo y Bilbao, no sé si oí una o dos veces hablar veacuence. Por eso ahora y siempre Urkullo quiere un estatuto (pacto tú a tú, claro) de la mejor sangre RH, pero dentro, en España, que fuera les cuesta imaginarse especie digna de suprema protección, comprobada la indiferencia real 
Eguiar llega al lugar de reunión y ve a una de nombre vasco en la tarjeta y debajo: España. Mi hijo a todos los efectos es norteamericano le dice celebrativo
- ¡Hombre, española!
- Bueno... del Pais Vasco - Es instintivo, siempre alertas, sin descuidos ni pecado. Están en la presentación, no como Eguiar que está en el programa. Hay otra vasca mas aireada, que tiene a su hija en Vancuver, Eguiar le cuenta su historia y se aterra.
- No se quedará mi hija allí- (igual es mejor que Sestao, Santutxu o Algorta).
- Vancuver es mucho mejor que Washington, tienen unas pistas de esqui de locura, que conozco, es una ciudad preciosa, moderna, cosmopolita, con el mejor pescado.., bla. bla, bla
En la presentación la "española... bueno del País vasco", casi le hace a Eguiar replicar. Ya que este es el delirio y cazurrez de esta gente, que "los vascos eran muy tímidos y no les gustaba llamar la atención". Como dice mi hijo el mundo empeñado en reverenciarles a pesar de ellos. Son la santa rehostia, dicho en mi vasco materno de Bilbao, el de toda mi familia y amigos que era y sigue siendo.
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