Seguimos en la Patrie: frío

En el bar del Regularizado nuevamente, me entero que han muerto Zaha Amid (de mi edad), la arquitecta con el Pryzker que iba remodelar el gran y último proyecto urbanístico de Bilbao, de Zorroztaurre (murió en Miami), e Imre Kertész, judío, nobel, superviviente de los campos de exterminio. Por vosotros.

He pasado todo el día recluido en casa de mis padres leyendo. Tiempo muy desabrido. He salido, me he tomado unas cañas y a comer, al Glass, no estaban los de ayer, ahora tampoco está aquí Regularizado, pero sí las dos señores, son las 21:30 Ha entrado un negro vendedor y se ha sentado con ellas. Se conocían. Estilo vasco. Para no monotemizarme he entrado en un bar previo a tomarme una caña, y una negra guapísima, acento local, me ha ofrecido algo de bandejas y mochila como la mía. Casi le hago una reverencia espontánea, con postración por caída incluida. Una aparición. Hasta que me he dado cuenta de que era algo mercantil y no religioso. Casi me abate del taburete.
Mikel Azurmendi es alguien admirable. Primera ETA, pronto disidente, largo exilio, profesor de filosofía en La Sorbona (donde no sé si estudió con Juan Domingo González de La Cuesta), fundador de Basta Ya y el Foro de Ermua. Un libro de memorias muy impresionante. A veces lo he tenido que dejar. Me ha hecho reflexionar, casi abjurar de nuevo, pero ya somos mayores. Una nueva perspectiva: no se puede detestar y renegar de los vascos, que ya lo hice, si vascos son Azurmendi y tantos (pocos) otros. Es uno de los libros que no creo que olvide y lo sienta como ahora. Muy profundo, denso, literario y filosófico.

Sigo con el islamismo –en Las Arenas no se puede estar sin oír a REM-. Lo alterno con Mikel Azurmendi. Resulta que dos de los libros (adquiero todo lo que ponga islam, porque no encuentro Sáhara, Magreb...)  que he comprado sobre el islam, son de psicoanalistas. Me interesa mucho la versión del Sáhara de los intelectuales marroquíes. Un poco preferibles a los militares hispanos y cooperantes exhibicionistas. Es fácil encontrarte a marroquíes y de cultura musulmana que sean ateos. El marroquí Tahar Ben Jelloun sin ir más lejos, lo que es más difícil es que arremetan contra el islam y el profeta. Se permiten enumerar hadices, versículos, aleyas de extrema violencia e intolerancia  directas, prescriptivas. Más que apocalípticos. Resulta que en mi artículo del próximo martes   "saco la cara" al Islam frente a Podemos .