lunes, diciembre 30, 2013

Bibliofilia proactiva

Había escrito mucho aquí  del estudio de lectura, del de escritura y la biblioteca de consulta, bueno pues los tres existen. Puertas abiertas como hace la revista ¡HOLA!, aunque sin ningún glamour ni lujo. Ya nos gustaría. Nos tendremos que conformar con nuestra  prosaica esencia "pequeño burguesa, fluctuante, subalterna, democrática popular bajo el liderazgo revolucionario de la clase obrera", como recitábamos.
A mi hermano le  divirtió mucho la idea de esta ráfaga de fotos, como a mí. Un blog solo de fotos, no ves como las fotos enganchan, pues al parecer sí. Pero las letras…. la sopa de letras se absorbe como cerveza de grano rojo.
Enfrente el Sáhara, y parte de los libros sobre el tema
 
 ESTUDIO DE ESCRITURA
Confrontado a la ráfaga cruzada de fotos, me he visto biografiado, cada estante, la mayoría, son años o año de vida (en el caso de devociones acervas: Peter Handke, Ernst Jünger, Octavio Paz, Goytisolo…). Conservo libros de joven, marxistas. Y de otras pasiones e intereses de épocas.
Están creo todos los temas intelectuales de mi generación y alguno más. Muchísimo psicoanálisis tanto Freud como Lacan, Jung…, de  tema vasco no ando mal,  pensamiento francés: deconstrucción y Derrida, Foucault, Lyotard, Braudillard… y Cioran traídos de Bilbao, Historia de las religiones, mitología, Nietzsche, Borges, Carlos Fuentes… mucha filosofía, sociología, teoría política, novela inglesa, austríaca, alemana, española… estética e historia y teoría del arte, semiótica…
Muchos libros de arte y catálogos, no hay Museo o Colección que haya visitado de  donde no tenga libros. Muchos libros de arte son joyas de edición. Todo Oteiza, Chillida…
 La mayoría de los autores están repetidos, me han interesado, algunos casi agotados, predominan con diferencia sobre los autores aislados. O me encandilan y repito mucho, o con uno es suficiente.
El cuadro de abajo a la izquierda es de Miguel Ángel Díaz Palarea
Cuando hace poco más de un año (intenso) me metí con la literatura canaria, en un primer momento me sentí completamente indigente, hasta que recordé los estantes de hace más de 25 años donde disponía de una esencial provisión de ella. Tenía buenas relaciones y accedía a muchas publicaciones gratis.

ESTUDIO DE LECTURA
He descubierto más de dos estantes de libros de actualidad oportunista y periodística que me consumieron tiempo, dinero, encono y que ya están desfasados. Son todos los leídos gracias a
 Ibarretxe, ETA y la sociedad vasca. En cualquier caso, los libros me han acompañado  no sólo  en mi vida de lector solitario, sino en mi proyección social como en mis compromisos morales. Esos mismos libros que nunca volveré a hojear, me indujeron a crear una sociedad fantasmal de abogados de Tenerife  que recogió casi 150 firmas contra el plan Ibarretxe, mantener muchos contactos con asociaciones y asistir a congresos en varias capitales: Bilbao, Vitoria y Madrid. Tuvimos bastante resonancia en el País Vasco y España. Lecturas e interacciones que me llevaron con otros a la fundación de UPYD y constitución de un partido, para salirnos tras el objetivo alcanzado.
Sin mis lecturas políticas de juventud no hubiera podido escribir durante casi 10 años en prensa, básicamente sobre 5 temas y ninguno más (nada sobre lo divino y lo humano) con el propósito de influir (nada).
 Gracias a mi afición  por el psicoanálisis asistí  a círculos de lecturas, debates y jornadas, que con el tiempo sirvió para que mi escepticismo se cimentara sobre  las bases más sólidas posibles. Hay edades bajo la égida de determinados temas. Mi incursión en el simbolismo, mitología, antropología (muchos títulos de antropología vasca y de los franceses Durand y Mayr los conseguía en el Escribidor), historia de las religiones, es como con Octavio Paz en la segunda mitad de mi treintena, que no regresaron, salvo la historia de la religión.
El interés por el judaísmo determinó una asociación legal ad hoc, videos, acto político (máxima optimización –proyección- de recursos) y organización de conferencias en dos ocasiones. Contactos. Varios estantes.
BIBLIOTECA DE CONSULTA
El Sáhara ha consistido una pasión y una apertura enorme al conocimiento de realidades en las que jamás había reparado. He intervenido en auditorios de sumo interés como fue el Club la Provincia de Las Palmas de la mano de su director, El Sitio de Bilbao, El Casino de Tenerife y el Club  Náutico de Las Palmas, además de  invitación consular, he hecho amigos y conocido gente muy valiosa.
El descubrimiento tardío del pensamiento liberal, gracias a Isaiah Berlin,  Alexander Herzen, Vargas LLosa me condujo a Popper y Hayek, la Escuela austríaca. Tampoco quedaron en meras lecturas privadas, porque me sirvió para pertenecer al grupo de lecturas liberales, y tras conocer a gente igual de ilustrada que incitante así como esa ideología en su puridad doctrinaria más descarnada, dimos un golpe de estado haciendo desparecer el doctrinarismo liberal y manteniendo unos contactos que ahora resultan imprescindibles.
A las personas se las puede conocer por lo que leen, que sirve para expresar a un tiempo  todo lo que no leen. En esto debemos de ser heideggarianos según el par desvelamiento/ocultación. Un asiduo lector de  superficialidades lo es aún más (asiduo) de todos los campos, temas, autores que no ha leído, que paradójicamente al final es lo que más pesa, ya que recluye y acota, e impide relaciones más deseables y plenas. Me decía una vez uno: “aunque no lo creas (ya lo daba por supuesto), yo leo mucho”. “Sí, pero auténticas naderías”. Lo que siempre se nota mucho.
El lector de narrativa no es interlocutor de nada, no tiene qué decir. Un grupo de pastores caldeos del S VI aC hablando del alma o Zoroastro, serían Hegel en comparación. Por eso es imposible encontrarlos en círculos formados o ambientes intelectuales, donde todos han leído narrativa. Se tornarían mudos.
Preferencias de lector: He leído mucho más que a Thomas Mann, a su familia: su hermano Henrich y de  y sobre sus hijos Klaus y Erika.
También se realizan lecturas verdaderamente estúpidas, en mi caso, me leí las obras completas de Simone de Beauvoir.
      

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