José Antonio Manzano Obeso
Abogado
Laboral, civil y mercantil
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San Isidro tiene aceras de Harlem en devastado
arquitectónica y urbanísticamente, gracias a la autoconstrucción que ha
laminado el paisaje y no los hoteles. Volví a ver muchos muslims, seguí a un grupo que se aventuraba por una perpendicular,
iban todo de blanco (viernes) creyendo que asistían a los rezos de alguna
mezquita, hasta que vi que se desperdigaban: No iban, volvían. Media vuelta. Una negra llevaba tres niños muy
guapos y unos mozarabíes (expresión mía) gamberreaban, una chelfa saharaui, un
atienda 100% venezolana ultrapatriótica y así todo. Como sabía que iba Sarito llevé una camisa comprada en Miami.
Y me preguntó por ella: “Pues esta camisa
es de Miami, no ves la talla para americanos
zafios y gordos que solo comen comida basura”. Ni me contestó. Me ve
venir.
Lo que sí conseguí fue que me trajera un café. Estuvo todo el rato sentada
en la mesa de la secretaria. Tardé una hora en lograrlo, una combinatoria de
recursos, pero lo conseguí, era un propósito muy difícil por machista. La gente
es mucho más sutil de lo que parece, e imprevisible. Odio lo previsible pero
tan lo contrario tampoco.Luego nos fuimos al Médano, a una terraza sobre el mar. Pedimos distintos platos, era merienda cena, y yo me pedí unos extranjeros, si surferos mejor. Les dije a los camareros que ofrecieren subir a cualquier extranjero que entrase que yo les invitaba a cervezas, y los tasé: si surfero belga tres cañas, si alemán dos etc.. Los camareros me daban palmadas en la espalda y era muy ostensible que me trataban como a un cliente carismático.
Había entendido que les había hecho gracia a los camareros. Nos vamos al último bar de la playa, (camarero austríaco), y afirmo que soy gracioso, -habían sido testigos de mi triunfo con el camarero uruguayo, el italiano y la local, la más fan, de un poco antes- y todo el mundo se hace el taciturno. No debo de ser gracioso, a pesar de que el público se ría conmigo (no con ellos), la pregunta para el futuro que deberé formular es si soy humorístico o divertido, porque lo de gracioso se me resiste. Llevo años reclamando ese reconocimiento inútilmente.
La noche es opaca y sin contrastes, lo único que se vislumbra es la luz roja de Montaña Roja, como desplazada al nordeste y colgando del cielo.
Hablamos de un acontecimiento que nos va a convocar dentro de poco más de una año en la Costa del Sol, y cómo solo hay una persona de los convocados, los presentes lo estamos todos, que no lo sabe ni muestra curiosidad alguna. Esperemos que ese no sea motivo suficiente para saltar del listado.
Fue un día perfecto, es el plan que a mí más me gusta, exactamente lo que hicimos. Yaniro, una abogada sudista muy guapa, simpatiquísima, divertidísima, reidora, una fulguración de jade, aguamarina o estrella. Mi hermano sacó su vertiente pícara que es muy curiosa, es sexual, pero sin objeto: a ver si me explico, es como si el sujeto y el objeto habitase en la misma persona, y esa patrimonialización fuera de siempre muy valiosa. El otro es lo que concierne a uno, por lo que la relación sujeto- objeto se torna harto difícil. Y eso que Yaniro estaba como para dispararse en la sien o en su defecto en la rodilla.
4 comentarios:
LUCIAN, ME TENGO QUE DAR POR ENTERADA DE ALGO; ALGUN ACTO, QUE NI SE ME HA CONVOCADO NI SUGERIDO, NI TAN SIQUIERA NOMBRADO EN UN FUTURO INCIERTO E IMPERFECTO???, DONDE ESTAS Y PORQUÉ??......
UN BESO SUREÑO,
R.W.
AH!!, Y HOY NO TE FELICITO PQ NO TE LLAMAS JOSÉ, Y A JAM TAMPOCO, EA!!....
R.W. AGAIN
Gracias R.W. por acordarte de los pobres padres putativos....
Alguien le tendrá qie decir de la magnitud del acto de los convocados. termini, granada, orotawa, o que lo deduzca ¿no JAM?, porque de cuando acá ha sido ella la última.
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