jueves, marzo 07, 2013

Del Dior español al chándal venezolano

Se dice que la pobreza ha descendido en Venezuela del 43% al 28%, sin embargo  en el crecimiento del PIB y otros indicadores está entre   los peores  de Hispanoamérica.
Antes de la llegada de Chávez al poder los excluidos sociales lo eran de una manera radical, no existían  ni política ni socialmente. Chaves les escuchó, se identificó con ellos,  se  volcó de la manera más  demagógica, y  adoptó –la estética es clave- un icono de la cultura de la marginalidad: el chándal. Él era uno de ellos. La premisa  del populismo.
Chávez  distribuía alimentos  y ejecutaba  políticas de vivienda, educación y  sanitaria con médicos y agentes cubanos, en detrimento de los venezolanos y de las estructuras sanitarias, educativas y  nacionales en general. A lo que unió expropiaciones (confiscaciones), pero manteniendo una oligarquía  afecta ligada también a la exportación  de petróleo a EE.UU. : el gran socio comercial.
Chaves  reparte alimentos, sanidad cubana, alfabetización, vivienda y empleos entre las bases  afectas, con cargo a un sector público superior al 50% e insostenible que el petróleo financia, a consta del desmantelamiento de la mitad de la estructura  y actividad productiva. Tal es así, que  saliendo todo del petróleo pero de manera  tan ineficiente y  parasitaria,  se crean nuevos endemismos como el desabastecimiento crónico de  productos básicos,  cortes de suministro eléctrico y  una inseguridad  apocalíptica que arroja cada año las bajas de Irak y Afganistán juntas, mientras ha logrado seccionar al país  en dos trincheras. Como dice Enrique Krauze, lo peor  era que  desde la radio lanzase la doctrina del veneno contra el enemigo  interior.
Nada de lo que hace se entronca en los esquemas  revolucionarios de raíz marxista, ya que sabemos que los  populismos caudillistas hispanoamericanos no  pertenecen a la tradición política revolucionaria de izquierda,  de   transformación radical  de    las estructuras económicas y sociales,  y capaz de imponer  grandes sacrificios colectivos, en pos de un horizonte de  cambios profundos  irreversibles.  Nada de eso se conoce en Venezuela, sino  la entrega  clientelista de  bienes y servicios, que en el acto de dar se agota porque no hay  proyecto, solo eslóganes como el Socialismo del S XXI, que no es más que un concepto chándal.
Todo es gasto social a chorros, no inversión social ni planificación, es todo coyuntural, nada estructural, es darles peces pero  no enseñar a pescar, supone  desincentivar,  inhibir, inocular el cáncer del subsidio clientelista y la cuchara a la boca, ni siquiera se realizan infraestructuras ni se renuevan  ni modernizan los equipamientos industriales.  
El populismo  se basa en la religiosidad literal y el vínculo con el Caudillo ante  el que prevalece la sumisión incondicional,  y  cobran prestigio  los  hábitos, valores, pulsiones, ropa y estilo de las clases marginadas: con vocación  de seguir siéndolo eternamente a cambio de  unas dádivas. Comida + electrodomésticos de cierta gama.
Ni uno solo de estos aspectos ha estado en la ideología marxista, que cifró su justificación en el hiperracionalismo de concebir   sociedades  renovadas por completo que rozaran la perfección,  en la igualación al alta por el trabajo, la educación y el esfuerzo productivo colectivo. Por lo que  tuvieron apoyo de intelectuales o artistas  siempre elegantes y sofisticados, que quemarían los chándal,  se reirían de la beatería, la telenovela, el  tono  tabernario, la chabacanería  atroz , el machismo cuartelario en el poder e institucionalizados, también de  las rogativas  y el fanatismo de las masas en entierros a lo   Ayatolá Jomeini.   Granjas dantescas.
Lo que se puede entender en la Hispanoamérica exhudante de religiosidad por todos sus poros, resulta grotesco y patético  en la izquierda hispana, que vuelve a demostrar su indigencia terminal  de ideas, propuestas, algún relato de ficción siquiera, mera posición en la Tierra  ante el presente y futuro. Es tal su nada que con sus tumbos  traiciona  hasta su dogmática  constituyente, sus esquemas básicos, su cuerpo teórico e ideología.  Están tan perdidos que se arrojan  a la luz de las estampas del Sagrado Corazón de la que emana, y  que ahora destella en el frontispicio de la República bolivariana.
Esta izquierda pútrida tiene su cuartel general  en el establo –empieza a tener fama mundial- de Políticas de la Complutense de Madrid y como comandante internacionalista  al  camarada Monedero y Jorge Vestringe, -y subcomandantes  a los Plejanovs, Troskis y Gramcis de IU-,  que ha circulado de la extrema derecha a la izquierda, por odio atávico  a la libertad que les traumatiza hasta la patología, y la desorientación total. 

 

4 comentarios:

Jesús M. Pérez dijo...

Pues esto es lo más lúcido que he leído sobre el asunto en estos días.

Anónimo dijo...

Análisis certero. A reenviar a mis conocidos canarios-venezolanos que curiosamente son todos anti-chavistas.

Salu2, EDH.

José María Lizundia Zamalloa dijo...

Mi sincero agradecimiento, al parecer acertamos

Anónimo dijo...

Estaba esperando un análisis como éste. Estupendo artículo.Completamente de acuerdo.
Tu ferviente admiradora y follower.

R.W.