Me pareció que la Laguna está perdiendo su patrimonio
Unesco, o sea los progres. Lo mismo
están en Corea del Norte para ser
utilizados de proyectiles antiimperialistas. He visto entradas raras en este
blog y ha resultado que les han colgado a las juventudes de Izquierda Unida (esa congregación para la defensa del dogma
y la vida inteligente en el planeta), en un llamamiento a favor de Corea del Norte –yes- mi post sobre Carrillo y Ceaucescu, y me
pinchan. Se chinchan.
Antes, en la reunión del sanedrín hablamos de Israel y de
Ratzinger. Mi hermano reverberó. Saqué a colación el Discurso de Ratisbona, del
que he leído un poco, y el concepto que
me dejó prendado para siempre de MINORÍA CREATIVA (Ratzinger), lo que supone
invertir el papel de la Iglesia por completo: de mayoría establishment amorfa y
del gran poder –constituido, a lo contrario.
Nuestra asociación también es una minoría (con mucha más
verdad) y creativa. Funcionamos, nos reunimos y vamos a seguir haciendo cosas,
hemos estado en los lugares en los que queríamos estar en el último trimestre
de 2012, sobre todo.
Tiene una ínfima importancia pero la tiene. Somos minoría
creativa. Para mí el valor “político” (ideológico) máximo depende de los efectos que un pequeño acto o iniciativa "audaz",
imprevisible y descartada por el rechazo a priori o el consensus gentium/masa, en su
sentido más masa posible, es capaz de
adoptarse y mostrar. El efecto de ruptura de lo establecido, norma política
intocable es potente y categórico, es
chispa, desacato, resulta que había disidencia, lo “otro”, minorías creativas,
por lo que claro que podemos rechistar. Siempre cabrá la interposición –esta es la
lección general-, la calle no es de ellos, es de todos. Hay sociedad civil y
banderas libres. Lograr eso, es gesta.
Suspender mis macros lecturas literarias canarias –estoy
excitado por todas las ideas que van
saliendo y voy elaborando- ha sido necesario y han supuesto alguna tarde de verdaderas
vacaciones.
Nuestro círculo de lecturas ex liberales, adoptó dos
lecturas para la siguiente reunión: La democracia en América de Tocqueville y la ética protestante del
capitalismo de Max Weber
He releído esa joya literaria que es el pequeño libro de Tocqueville
“Quince días en las soledades
americanas”, una narración imborrable y he encargado la
democracia en América.
Tenía mal leído la ética del protestantismo y aunque casi nunca
las hago, hay relecturas indispensables.
Con todas las vueltas que he dado en los últimos años a las diferencias entre los
cristianos y sus distintas éticas y morales, dejaba pasar ante mis narices el
libro axial de Max Weber. A ver si se animan las juventudes comunistas atómicas
(hispano coreanas)...