Conocen a Adam Smith en profundidad –el viernes tocaba la Riqueza de las Naciones-, al final del 4º libro dice uno, otro desgrana los años de preparación de los oficiales en los gremios y las relaciones de estos entre sí, y uno de ellos, que es abogado, parece economista e historiador (con algún concepto marxista), como un funcionario que tengo a mi izquierda.
Es una sensación extraña, una noche rara, te recuerda algo a la juventud, cuando el conocimiento, teorías e ideas políticas –entonces de izquierda: cuando la izquierda no era sinónimo ni agente de analfabetismo - tenían valor y congregaban a la gente.
El calvinismo en Escocia
Gracias al plan de encuentros –no podía con la Riqueza- me he abocado a un asunto, en verdad interesante, sobre el arraigo del calvinismo en Escocia. De Escocia me habían interesado muchas cosas, sin que nunca lograra ahondar en ellas: la Ilustración escocesa, el presbiterianismo y el calvinismo en general, el deísmo (la religión natural), la filosofía del sentido común y la función de las emociones desde el punto de vista moral. Gracias a estas lecturas, que son un catalizador intelectual de primer orden, he encontrado las claves que estaba buscando. Y en unos días, lo que no sé si de otra forma hubiera tenido el impulso para encontrarlo. Ya solo por esto debo mucho a estas lecturas liberales, que contrarrestan otros ambientes, como uno matinal y oscurantista, anémico en lecturas, arcaico.
Un amigo sindicalista lee ahora de Max Weber el capitalismo y la ética del protestantismo,
debido a la divisoria que ha hecho
reverdecer en Europa la tajante e inapelable divisoria entre protestantes y católicos (y ortodoxos).Gracias al plan de encuentros –no podía con la Riqueza- me he abocado a un asunto, en verdad interesante, sobre el arraigo del calvinismo en Escocia. De Escocia me habían interesado muchas cosas, sin que nunca lograra ahondar en ellas: la Ilustración escocesa, el presbiterianismo y el calvinismo en general, el deísmo (la religión natural), la filosofía del sentido común y la función de las emociones desde el punto de vista moral. Gracias a estas lecturas, que son un catalizador intelectual de primer orden, he encontrado las claves que estaba buscando. Y en unos días, lo que no sé si de otra forma hubiera tenido el impulso para encontrarlo. Ya solo por esto debo mucho a estas lecturas liberales, que contrarrestan otros ambientes, como uno matinal y oscurantista, anémico en lecturas, arcaico.
Calvinismo sobre luteranismo
Sabía de los valores que defiende el luteranismo y que se
basan en las virtudes del ahorro, austeridad, laboriosidad, ética del trabajo y
responsabilidad personal que han servido de impulso y justificación del capitalismo, y siempre
había tenido ganas de conocer los elementos estimulantes del calvinismo –de mayor
influencia que el luteranismo-, a partir
de su idea fundamental de la predestinación (y la Caída), ahora por fin
he descubierto un continente.
No creo en el neoliberalismo, quizá por mi origen socialdemócrata
de juventud, pero es indispensable
leer a los grandes autores del liberalismo
político. Los principios liberales se han impuesto en el mundo globalizado y
deben darse junto a los reguladores, con nuevos equilibrios. ¡Todos los autores
que nos perdimos! Hace ya años que empecé
a llenar mis carencias. Aunque sea por cultura política básica, nos lo debíamos.
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