sábado, junio 16, 2012

La alegre despreocupación que precede a los desastres


Aunque resulte un tanto redundante -y muy narcisista. Que seríamos sin el narcisimo... pues nada- mostrar el libro en el que soy citado y reproducido, indicar que ya tengo un ejemplar de esta versión de bolsillo, solo tenía en  tapa dura. Gracias a Jesús Manuel esta vez también.

Celebrada la reunión de nuestra asociación  en el hotel, me quedé a hablar con una de las nuevas incorporaciones y su mujer. Es austríaco y español, bilingüe. Hablamos de aquel supremo esplendor cultural en su sentido más pleno que  relumbró en la Viena de entreguerras y antes en la época finisecular. Posiblemente nunca un estallido tan vasto y circular se vinculó a un espacio físico tan preciso  como entonces  Viena. Hablamos de campos de exterminio, de todos los que habían visitado. Yo, de cuando veinteañeros marxistas y abertzales, preguntábamos provocadoramente en Munich donde estaba Dachau, y cómo nadie nos lo indicaba, pese a su proximidad.
Quizá nos apuntemos un tanto de mucho relieve en nuestro primer acto de la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Israelí en Las Palmas. Hay que conciliar dos agendas y confirmar un ofrecimiento. Pero sí sale, va  ser apoteósico.

El enano de gimnasio y el run run apocalíptico
En Termini, al mediodía, mi hermano ya se había referido a los evangelios apocalípticos del pueblo judío. La calle Nokia era un hervidero, Times Square, ni una mesa ni dentro ni fuera. Nos dirigimos a nuestro sancta sanctorum de los lunes: Los Reunidos.
Yael, B y mi hermano exhibían conocimientos financieros asimilables a los de los licenciados por la London School of Economics. Hablaban del dinero real y virtual y su circulación. Nokia era ya una verbena donde tal vez pronto se bailaría el Sirtaki, con platos rotos.
El enano no hacía sino estar pendiente de su sector de barra, pendiente de que nadie (nosotros) le arrinconara. Al salir le pegué un buen restregón, se giró hostil, pero se aplacó  en cuanto coligió que su boca estaba a un vaivén de mi codo derecho oscilante, crecido, resolutivo.  

No hay comentarios: