El post lo he escrito antes de conocer los resultados, no le
afectan mucho –son mejores de los que esperaba, pero…
No sólo están las determinaciones económicas, las magnitudes
objetivas en las situaciones y dinámicas económicas, ya que junto a ellas aparecen elementos
netamente psicológicos, como expectativas, confianza, incertidumbre,
oportunidad, miedo y retracción…
La economía además de no ser una ciencia empírica y
analítica autosuficiente y cerrada, es un campo abierto a variables de influencias difícilmente mensurables y
objetivas.
Hablaba recién un premio Nobel judío de la influencia en la
economía de los elementos psicológicos con determinaciones tan esenciales e imbricadas como las
magnitudes estrictamente económicas. Si algo pone de relieve esta crisis de paradigma o del sistema económico social y cultural es la
preminencia de las grandes estructuras de psicología social, antropológicas y simbólicas,
el mundo de los valores culturales que impregna una sociedad y una tradición.
Alemanes y griegos son, en cierto punto, los dos confines de Europa. La
crítica de arte y la estética llegaron a introducir factores climáticos para explicar actitudes diversas que fermentaban en lo
profundo de la mirada artística.
Dos mundos que se repiten, y cuyo carácter o idiosincrasia es significado de mil modos. Grecia hace mucho que abdicó de la incomparable gloria de sus orígenes.
Alemania: exigencia, principio de responsabilidad, rigor,
compromiso..
Grecia: falta de compromiso, irresponsabilidad, picaresca,
aleatoriedad...
Alemania da una lección práctica y actual de los valores inculcados por el protestantismo, a los que
ya se refirió Max Weber, como son austeridad, ahorro, trabajo, exigencia y deber, responsabilidad personal y colectiva, rigor
del compromiso.
Grecia, lo propio de ortodoxos, católicos y comunistas:
exoneración completa de la noción misma de responsabilidad individual y colectiva,
luego oportunidad para revocaciones, nuevas promesas, últimos arrepentimientos.
A la infantilización que le brindaba su propia tradición y religión, se une la
infantilización de la sociedad moderna europea, de la que nos ha ilustrado
Pascal Bruckner
Al margen de que se pueda mitigar la austeridad y que fuera
necesario hacerlo para propiciar el crecimiento –lo sabrán los técnicos-, Grecia
se acaba de auto conceder una nueva
oportunidad, dicen, de renegociar todo lo renegociado durante dos años –el deudor parcialmente perdonado y sin
recursos para subsistir el mes que viene, va a revisar las condiciones
de sus incumplimientos y engaños con el prestamista, en nombre de su sagrada incapacidad.
Lo maldito de esta crisis es que nada es radicalmente nuevo
sino todo muy viejo y hondo.
1 comentario:
El problema griego viene de hace más de dos mil quinientos años, pues se desecaron tras Hipócrates, Sófocles, Pitágoras, Heráclito, Aristótetes, Platón....
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