Esta vez nos había invitado la Cámara de Comercio de España e Israel de Canarias y casi llenamos una fila, la 4ª. Hasta la 3ª, autoridades. No hubo canapés ni alcohol ni refrescos. Los años fiesta/fuegos artificiales han terminado: por designio de Los Mercados, un maligno opaco, abstracto, perfecto (que proclaman los santos inocentes en base a esa pulsión de inocencia que se enseñorea por todo el área mediterráneo y católico u ortodoxo, como la vid, el olivo o resecos rastrojos).
Hubo bastante gente (empresarios y afines) y autoridades. Desde la Mesa se nos citó y hablamos con el embajador y nos fotografiamos con él. En la mesa también figuraba un Consejero gubernamental. Ni la más mínima alusión a Palestina, con más razón a la flotilla y a otros tutelajes (como si los palestinos –payasadas al menos no suelen hacer- no supieran actuar a plena determinación, en lo que ni caen).
Hay esferas de afanes distintos, unas pragmáticas y conectadas a la realidad y a lícitos intereses, y otras henchidas de religiosidad y acerbas pasiones que tienen que ver con pulsiones y sublimaciones, transferencias, proyecciones, identificaciones, conflictos no precisamente territoriales ni lejanísimos. Pero que para sus practicantes constituyen verdaderos oasis psicológicos, sin duda alguna al operar como analgésicos, euforizantes... que Siria y el fin del mundo en cambio les desmotivan y les alzan al nirvana. ¿Nirvana o nihilismo? Hasta que las voces ancestrales señalan al chivo y el coro vuelve a retumbar.
Israel aparecía con crecimientos continuados del 5% y sin desempleo, amén de todo lo que cuento post abajo.
Esperemos que la colaboración y las iniciativas que se canalicen beneficien a todos.
Después nos fuimos a la calle Nokia, ¿a cuál? ¡a cuál va a ser!: a Los Reunidos, como si estuviéramos en lunes, más fotos, hasta cerrarlo como si fuera viernes o lunes/viernes, incluso ya podíamos añadir miércoles, en el sentido de miércoles /lunes o miércoles/ viernes.
Para entonces ya relucía en mi solapa la insignia con la bandera española y la de Israel. Los teóricos, profundos y cultos analistas, y las bestias intelectuales ya me pueden llamar facha con motivo. Me sentí kantiano por lo que suponía de deliciosa diapasón de la autonomía de la voluntad, de desarrollo individual y madurez frente al ethos de procedencia o al republicano alpargatero y botijero, de siega con burros giratorios de un orbe económico social mayoritariamente ¡precapitalista! (pero de progreso).
1 comentario:
Iniciativa excelente, sucinta y eficaz. Reactivar la amistad con Israel puede beneficiar a nuestra patria (¡feliz emblema!) a todos los niveles... Por ejemplo, la investigación científica puede ser inagotable, en colaboración con el gobierno autónomo, las facultades precisas y...
(¿Sería posible un encuentro con las comunidades judías de Canarias o de Tenerife...?)
Shalom
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