El único congreso de partido que me ha preocupado en toda mi vida, ya prácticamente centenaria, ha sido el del PSOE del pasado fin de semana.
No concebía que la embarazadísima y paramilitar mujer de Barroso y sus diseños asamblearios y tuiteros pudiera ganar el congreso, y con ella esa pandilla de sonrientes, esmeradísimos maniquís en el vestir, pavos reales, narcisistas hasta lo inconcebible, encantados de sí mismos, embebidos de pijismo de izquierdas, oportunistas, espabilados… .Francamente, no. Antes de su definitiva extinción, ya se dice de ZP y muchachada que ha sido el peor gobierno de España con diferencia, de menor preparación y mayor alegría estulta, vestuario y cremas. Antes incluso de que los historiadores intervinieran resaltando los hitos de mayor significación. Hay dos nuevos acontecimientos de gran relumbre: las exaltaciones a la alegría, que ni los propios socialistas entendían, y esta imagen grotesca del retórico Díaz Aguilar apareciendo en un cena en la sede de partido para cantar a Bob Dylan. No han sido cualquiera.
Gracias Felipe González y Alfonso Guerra por este último servicio, en este caso, a la humanidad.
Yo digo muchas boutades, como se me sugería el viernes, así que voy a decir otra que jamás la podría razonar. El PP no es que sea un partido socialdemócrata en la realidad objetiva de sus políticas y los hechos, (al margen el mega Prestige-oh-my God!) sino que representa a la socialdemocracia más ortodoxa. Yo entiendo que el nivel político cultural irradiado por ZP, Chacón y Zerolo no sea muy Berkeley, pero aun así hagamos un esfuerzo. La banca financiada tendrá (–in-ter-ve-ni-da- ) que limitar sueldos en la cúspide. Algo que como todo el mundo sabe siempre lo hizo la socialdemocracia oficial y la sonriente y guitarrista.
1 comentario:
Es LÓPEZ Aguilar, no Díaz Aguilar.
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