miércoles, febrero 29, 2012

Arthur Koestler y Jorge Semprún. Avance

Haber creído en el comunismo, saber sobre que estado de cosas se levantaba aquel régimen, no querer dar crédito a testimonios más que fiables y pruebas que  demostraban su abyección  absoluta, y dar por óptimos los tristes logros que lo justificaban, resulta un dato pavoroso de lo que se puede esperar de la condición humana.
Veinteañero y tonto me sumé como un papagayo a  las críticas inquisitoriales ejercidas contra Solzhenitsyn de ser un “agente objetivo del imperialismo”. Daba igual que lo hubieran crucificado mil veces, como a millones de hombres más. Lo de Juan Benet fue mucho peor, ya que debió decir que merecía ser fusilado.
Nada nos importó aquella crítica a la maquinaria de destrucción del ser humano –el exterminio es demasiado industrial y cuantitativo- si podía favorecer a EE.UU., un país de democracia ininterrumpida en toda su historia, que había alcanzado la hegemonía mundial.
La sed de absolutos –la  religión no surgió de perversos chamanes-  del ser humano induce al pesimismo no tanto histórico como antropológico,  que solo  un adolescente soñador  de escasa formación y luces puede concebir como patraña o mendacidad, en base a lo insólito de su propio devenir.
La realidad siempre se restaura y se impone, puede tardar  muchísimo, es cierto, pero llega. Esa es una idea que últimamente me consuela. No hay mentira con futuro, podrá tener presente, si se quiere persevernte, pero ningún futuro.
Admiré a Jorge Semprún. Revolucionario, combatiente, resistente, hombre de acción  y disidente, intelectual y escritor.
Leí muchos libros de él y tras su muerte releí el que narra su pasó por el ministerio de cultura. La escritura de Semprún siempre referida a experiencias autobiográficas, para mi tiene algo sobre él que jamás conseguía ocultar,  al escritor que bullía en  el personaje (esto no sería grave ya que el discurso literario no puede por eso resentirse: Thoreau, Bernhard…), aunque no en su naturalidad o inmanencia, sino en sus proyectos o discursos.
En Semprún era como si su voluntad de escribir, su ambición e ideas  estuvieran en casi todas las páginas bailando. En el plano intelectual a lo que tanto se prestaban sus reflexiones y en  la realidad narrada, tampoco  demostraba gran autonomía e inserción textual. No conseguían del todo tomar cuerpo, arraigo o legitimidad  en la narración. Era como si sus cuitas y charlas con amigos, las  reflexiones, máximas, actos de habla de sus tertulias se incrustaran en la literatura. Detrás de Semprún siempre aparecía Ives Montand, Costa Gavras, Pradera, Claudin... sus libros venían a ser tertulias. Narración metadialógica.
El escritor era siempre el viejo militante, el viejo intelectual y la crítica compartida. El designio literario muy predeterminado, sus miras estrechas (pero justas) y condicionadas, su backrground limitado (matriz de revolucionario/resisitente como eterno retorno que se sella con la bandera republicana sobre el féretro) y por ello excesivamente familiar y ya  discutido. Ese no es Koestler.
No hace mucho me leí el ajuste de cuentas de Raymond Aron con el comunismo. El amigo de Satre  era a un tiempo racionalmente geométrico y poliédrico, una reflexión de gran calado, además de precursor, se adelanta a su época, los intelectuales europeos habían tenido su Sinaí con el comunismo y en Lenin su Moisés. He leído de mayor a mucho intelectuales que refutan y condenan el comunismo. Pero lo mejor que leído es El cero y el infinito de Arthur Koestler, de quien  había leído sus memorias.Literariamente mantienen un extraordinario pulso, y es capaz de llevar al lector por tiempos y por espacios colaterales como forma de encerrarlo aun más en la trama, que se vive, que emocionalmente impregna, e intelectualmente muy medida, va desvelando toda  la filosofía política, los mecanismos de poder, el lenguaje y discurso que  justificaba la iniquidad y el oprobio, aquel estado de excepción bañado en sangre y humillación sin límite, todo con una enorme  densidad, hercúleo. Como Koestler.
Es uno de los libros esenciales para entender y vivir el S XX.



martes, febrero 28, 2012

El viaje de mi hermano Víctor a Las Palmas


  Hermano del alma, a quien quiero así, con el alma, aunque me des una de cal y otra de arena: En la foto que te adjunto figuro en esa suerte de embajada del siglo XIX que es la casa museo de Galdós. He llegado de Las Palmas remozado tras asomarme a ese magnífico siglo -y al primer tercio del XX-; es decir,  he estado en mi elemento, no sin haberme portado del modo más incorrecto imaginable tras haber hecho el ditirambo de Las Palmas de Gran Canaria a un simpático grupo del Club Náutico de esa ciudad que hacía una visita guiada al Teatro Pérez Galdós -y a quienes Fernando y yo nos unimos-, y con alguno de cuyos  miembros pegué la hebra. Mi interlocutor, que no salía de su asombro tras oirme hablar, pronunciar el español como lo hago, declararle mi entusiasmo delirante por Las Palmas y decirle que había nacido en Santa Cruz, me dijo, literalmente: "A usted deben de adorarle en Santa Cruz ¿Verdad?". Cuando te vea te daré más detalles para que te partas de risa.
Mi hermano se ha leído las  obras completas de Pérez Galdós dos veces. son más de 10.000 páginas. Es su comportamineto habitual con sus autores de culto.

domingo, febrero 26, 2012

Mis amables amigas


Los viernes de Termini  ya han debido sobrepasar el decenio de antigüedad (sin interrupción).  Las amigas el  viernes, muy obsequiosas. A E. le había encantado mi libro del Sáhara, me lo  dijo con tanto énfasis y  convicción que, es evidente,  certifica el acierto.
Al rato hablando de Garzón creo, no sé que estaba diciendo yo, que C. para rebatirme –voz muy  cualificada- me recuerda lo que escribí en mi libro Abogados laboralistas y pos-sindicalismo, a cuenta de ética y deontología y moral. Que sobre estos temas, pudieran servir mis argumentos de entonces como razones aplicables hoy- habiendo tantos que poder ofrecer o citar- me dejó muy agradablemente sorprendido. Fue una cosa rara, casi  como verme hace un mes referenciado en el libro de Oxford.
Es la confirmación de que lo que has hecho ha tenido algún valor. En el caso de este libro,  lo suponía destinado –aunque está en varias universidades- a la irrelevancia (el tema tampoco daba para mucho), a pesar que se ha editado en e-book no hace mucho, que según internet se mueve por América,  y que en enero me volvieron a liquidar por ventas ridículas, pues alguno lo compra  5 ó 6 años después. Igual es por el título.
C. me dio la impresión de que había entendido perfectamente lo que escribí. La única, al menos que yo sepa. Por fin alguien había ido al grano. Bueno, alguno creo que en su día sí me lo comentó pero de pasada. Lo que tiene interés de ese libro es precisamente el primer capítulo sobre moral, deontología y ética. Es una elaboración absolutamente personal –que de no mediar las circunstancias personales que mediaron jamás lo hubiera intentado (por falta total de motivación)-, y parece acertada.  El resto es una crítica desde presupuestos de izquierda (crítica y autocrítica) sobre  temas intelectualmente ya más que  fenecidos (las  funciones o inercias sociales es otro cantar). Por tanto carece ya de interés, ni es ya tema de debate el resto del libro, ni tampoco aportaba mucho yo para ser sincero - si bien cualquier charco en el desierto tiene valor-, aunque hace unos meses, lo que en su día no ocurrió, me preguntó por él para comprarlo un  sindicalista al que simplemente  conocía de vista.
He vuelto ahora  a leer el libro (el primer capítulo) y para moverme a unos niveles de abstracción y conceptuales tan estratosféricos, se puede entender y hay pensamiento.  La reflexión es, modestamente,  profunda, desarrollada  y original. Todo lo que le falta al resto del libro, si quitamos algunas pinceladas,  aunque  el estilo es denso, vigoroso y rápido.  
Lo digo con un deje irónico y sonriente: si algún día se hiciera un recuento de libros  de abogados sobre abogados (incluyendo también a los que escriben (escribimos) desde fuera), hay dos libros que sería muy injusto omitir. Ser un revoltijo de paradojas y contradicciones da muchísima cancha.

El sábado estos libros:
Arthur Koestler:  (¡por fin!) El cero y el infinito
Chistopher Kitchens:  Amor, pobreza y guerra y Dios no es bueno
Alí Bey: Viajes por Marruecos
Después, una docena de ostras con vino blanco en la pescadería del mercado africanista.
Lecturas:  la corrección eterna de Línea Líquida.
 En la 2 esta noche: Oteiza, creo.

jueves, febrero 23, 2012

Libros versus porros ¡y todo lo que leen!

Tuve  mejor trato, sin ser exactamente deferente, en la Jefatura Superior de Policía de mi ciudad que en un cuartel de la Guardia Civil de un pueblo costero, en  el que fue pésimo. Ocurrió en tiempos de Franco.
Otra vez una porra rozó los extremos de mi tabardo que volaban por encima de un coche, lo que no me  hubiera supuesto absolutamente nada si me hubiera alcanzado, bañado como estaba en adrenalina. Era muy joven, el problema consistía en que te  pillaran y  te metieran ilícitos penales o te dieran de hostias dentro, no fuera. Mucho peor eran los secretas. Aquella vez, habría tenido –aparte manifestación ilegal- que responder de llamar hijos de puta a tres  metros de sus espaldas a dos miembros  de la Policía Armada durante la celebración  del Juicio de Burgos.  La calle de Pozas estaba tomada, ellos patrullaban y nosotros tratábamos de dar otro salto. Había  tensión, miradas, evaluaciones… que precedían a estos casos. El suicida de mi lado  les llamó hijos de puta pegado a mí, a  tres metros de sus espaldas, patrullaban con cascos, estábamos en guerra con toda la ciudad neutral. Aquel día vi detener a los grises a punta de pistola en el centro de Bilbao.
Por eso todos los que hablan de  correr delante de los grises no lo hicieron, y mienten. Se están refiriendo a  que cuando se cruzaban coches, volaban panfletos y se gritaban consignas,  la gente salía despavorida, de forma que 60 ó 100 quedábamos completamente acotados como reserva del raquitismo del antifranquismo, tras las huídas masivas, por lo que de alguna  forma se puede decir que corrían delante de lo grises aunque   antes de que  llegaran, lo que no suelen contar. Correr delante de los grises es un sintagma absurdo para cualquiera que hubiera estado  en aquellos levantamientos de minorías infinitesimales.
TODO LO QUE LEEN LOS ESTUDIANTES DE VALENCIA
La kermese de la luna de Valencia. Un problema de calefacción, ¡pobres sirios! Eso pasa por no mantenerlos a 23 grados/playa.
Resulta que los del instituto no eran  tan del instituto, muchas mentiras propias de dictaduras, en nuestros medios sectarios. Estos chicos de la playa que buscan un cambio revolucionario para que  la vida transcurra  a 23 º, no paran de leer, los libros forjan precisamente ese tipo de inquietudes… de granja. Lo raro es que si pasaban tanto frío no los hubieran quemado. Es lo único que se me escapa.
El líder de Valencia, de formación profesional, tiene pinta sobre todo  de leer. Como Leire y ZP.
PERIODISTAS COBARDES
Ningún periodista les ha preguntado cuántos libros han leído en su vida. O  por autores y títulos. La prensa sectaria se derretía con “los libros”, no tienen capacidad de ir más allá.  El histrionismo les ha podido a los hedonistas, intolerantes con la más mínima frustración. La Logse ha hecho estragos.
  LIBROS PARA TODOS
La paleoizquierda no es que  no tenga ideas, teorías,   proyectos, alternativas, imaginación, discurso, análisis y sea tan reaccionaria y conservadora:  SOLO DEFIENDEN LO EXISTENTE y los gestos ñoños y modelitos y monaditas, es que por no leer no han leído a Lenin, ni  tampoco  a Marx.  ¡Como puede ser tan mendicante para seguir detrás de cualquier  infantilismo/ Logse,  tibio y  cutrón! ¡Con padres, profesores /logse y  abuelas apoyando el carnaval! Tampoco  leyeron a Rosa Luxemburgo  toda esa pléyade de oportunistas.
Esta  izquierda es la necesitada de libros, y lo de la muchachada no pasa de un chiste. Dentro de unos años en España solo quedarán éstos (seguro que dedicados a leer), los buenos habrán escapado todos.



miércoles, febrero 22, 2012

El prólogo de El Sáhara como metarrelato


Prólogo de Eguiar Lizundia*
 Pocas causas generan en España tanta adhesión y unanimidad como el conflicto saharaui. Ni siquiera la animadversión a Israel es equiparable a la solidaridad con la ex colonia, una vez que la derecha española ha abandonado casi por completo su  secular antisemitismo.  En el caso del Sáhara, no hay duda de quiénes son los buenos y malos, quiénes los culpables y cuál la solución. Existe poca o nula discrepancia en el diagnóstico y la prescripción de recetas, y la habitual confrontación patria que caracteriza cualquier análisis de la realidad es disipada por una comunión de juicios inédita en nuestro país. Periodistas, ex militares, historiadores, novelistas y comentaristas de toda condición cuentan la misma historia de oprobiosa cesión e incumplimiento de obligaciones internacionales por parte de España, y de ominosa ocupación marroquí. El Frente Polisario es idealizado y presentado exclusivamente como una víctima de la traición española y el colonialismo de Marruecos y Mauritania, sin ser casi objeto de revisión o crítica. Los saharauis son ensalzados como un valiente y resistente pueblo embarcado en una épica lucha contra el invasor extranjero y la negligente comunidad internacional.
Quizá más sorprendente es el hecho de que esta narrativa ha sido asumida y legitimada internacionalmente por los estudiosos del Sáhara en tanto que “última colonia africana” o ejemplo de conflicto “estancado”.  Y no solamente en el romantizante ámbito francófono, pero también en el mundo—mucho más científico y empirista—anglosajón.  Los autores de los dos libros más relevantes en lengua inglesa sobre el Sáhara que se han publicado recientemente, Toby Shelly y  Erik Jensen,  no disputan el marco totalizador establecido por los que han escrito al respecto en español. Más centrados en cuestiones de derecho internacional y humanitarias los primeros que los segundos—muchos tan embebidos de la epopeya saharaui que ni siquiera disimulan cientificidad alguna—, todos  presentan un enfoque similar y tratan la cuestión de  manera semejante. Al listado pormenorizado de los hechos históricos, les siguen conclusiones que parecen inevitables. Como si la Historia se tratase de una ciencia exacta cuyos resultados pudiesen ser verificados en laboratorios, estos estudiosos citan y repasan acontecimientos hasta el hastío en lugar de analizarlos en profundidad. ¿Para qué cuestionar, plantear contrafactuales, indagar en las motivaciones y opciones de los actores implicados, si el estudio de los hechos pasados ofrece una respuesta cómoda y absoluta, una narración coherente y aparentemente convincente del conflicto saharaui que explica de manera simple los acontecimientos y fija las condiciones de  víctimas y verdugos,  amigos y cómplices?
El presente ensayo de José María Lizundia constituye una impugnación de este discurso multiabarcador y universalizante. El Sáhara como metarrelato recupera para el análisis del conflicto saharaui las categorías históricas y políticas, los marcos ideológicos y conceptuales que el caso merece. La idea de nacionalismo, la descolonización del Norte de África, las especificidades objetivas del “pueblo saharaui”, el derecho de autodeterminación y las dinámicas particulares del tardofranquismo español son solo algunas de las variables con las que juega el autor, quien hace interactuar estos factores libremente, sin prejuicios, con miras a ofrecer una visión esta vez sí crítica, no preconcebida, de la cuestión saharaui.
La consecuencia de ese ejercicio intelectual es la refutación de la panoplia de lugares comunes que rodean el discurso oficial sobre el Sáhara. Desde el alcance de la responsabilidad de España en el actual estatus de la ex colonia, hasta la supuesta larga historia independentista de los saharauis,  pasando por el carácter democrático y fraternal de la RASD, Lizundia cuestiona la “Arcadia feliz” descrita por los estudiosos de ese territorio africano, que no sería en realidad sino la enésima epopeya travestida y manipulada para satisfacer los anhelos de los héroes de causas ajenas.
Sin la beligerancia a la que nos tiene acostumbrados, Lizundia sacrifica la ortodoxia académica y el puntillismo documental en aras de la argumentación y la enhebración de ideas, que esta vez más que nunca son presentadas de manera sucinta, pero con una claridad deslumbrante que deja al lector con la sensación de que el estudio del Sáhara había sido hasta ahora patrimonio exclusivo de una colección de propagandistas o ignorantes, pues no es posible que lo que es cristalino haya sido empañado con el humo de las hogueras de los campamentos de Tinduf durante tanto tiempo, por tantos.  Quizá tenga que ver el hecho de que hasta la fecha el conflicto saharaui apenas haya sido objeto de estudio por profesores de universidad españoles y extranjeros—a  los que se les presume cierto espíritu crítico—, pero  considerando la dimensión internacional del caso, ¿cómo explicarse el escaso interés académico que ha suscitado el tema tanto en España como en el resto del mundo?
La clave, una vez más está en el metarrelato. Un metarrelato que “cuenta la historia de los saharauis como alguna vez quedó explicada para siempre”. Un metarrelato que una vez más presenta una narración maniquea, simplista, archiconocida y, si se me permite, hasta aburrida.  Que sitúa a los saharauis como un sujeto pasivo y dependiente de sus patrocinadores españoles e internacionales. Que rezuma, bajo la excusa del arrepentimiento y propósito de enmienda, un tufillo plañidero e hipócrita. Y que no persigue entender las razones del conflicto, sino atribuir culpas y méritos.
El Sáhara como metarrelato es una rebelión contra todo esto.
Septiembre de 2011, Washington, DC

* http://www.linkedin.com/pub/eguiar-lizundia/37/461/952

Este prólogo sale hoy publicado en el suplemento cultural El Perseguidor de Diario de Avisos, que dirige Eduardo García Rojas.

martes, febrero 21, 2012

El final de las fiestas y la realidad


El sábado nos reunimos en un  céntrico hotel los cargos de nuestra asociación. Motivo: la travesía  por la inextricable selva  burocrática. El estado autonómico ha acercado tanto la Administración al administrado, que en vez de parecer que el papeleo no se lleva ya en Madrid parece que se hace desde las Seychelles y en francés.
Luego nos quedamos Yael y yo en nuestro bar de los lunes de la calle Nokia. Yael había llegado de EE.UU donde ha permanecido  varias semanas, con  un contrato muy importante para dinamizar aún más su actividad de lanzamiento de emprendedores. Con Yael  tenemos mucho en común, de entrada coincidimos en que en el mundo predominan los aburridos y prejuiciosos,  adocenados y grises  a una  escala opresiva. Por tanto, pieza que cazamos, no la soltamos.
Soy plenamente consciente de la inmensa envergadura de los cambios que ahora se están produciendo en Europa, no había asistido, en mi ya larga vida, a nada parecido. Por tanto el ruido, la retórica, el hablar por hablar, tiene el punto de fascinación que avivan los cataclismos, tanto  de la Grecia antigua como de la moderna. De ceguera ante el destino.
Es enternecedor que se farfulle de derechos, políticas económicas domésticas cuando paradigmas, parámetros y coordenadas arden y su crepitar nos está dejando sordos. Y con un horizonte que no solo se aleja sino que se acerca con más avances del factor  chino, indio, brasileño, indonesio, filipino... y que permite comprar tarjetas de visita o calendarios de publicidad por one-line en Bélgica y Holanda antes y más barato que en La Cuesta. He sabido de dos casos casi el mismo día.
Yael trabaja con los emprendedores, se fija en la gente y sus proyectos,  y les orienta. I + D reales, mensurables. El papá Estado, por ejemplo autonómico,  obtiene cero resultados en estas cuestiones, a pesar de subvencionar  estudios, sufragar proyectos de análisis,  dinero que no genera nada más que espejismos y fracasos. Se les escapan además los elementos aislados que incorporan innovación. No entran en la cuadriculación tomate, puertos, astrofísicos hinchables, turismo y campos de golf. En la eterna metafísica para gestores.
La idea de consejos económicos y sociales  dirigistas  y post arrobo planificador, de bipolaridad empresarial y social, de un centro directivo estatal con poderes demiúrgicos parece acabada ya, no sobrestimemos a Rajoy, acabada por el Banco Central europeo pero sobre todo China, Turquía, India  y sus sistemas productivos que van a permanecer en nuestra casa que ya es  la de todos.
Está cayendo un  paradigma económico social que se había mantenido un siglo, pero también los parámetros de producción e intercambio, de concurrencia absoluta de todos los medios productivos, de  autonomía y dirigismo estatal.
A las imprentas de La Cuesta y la isla no las va a cerrar Rajoy, sino empresarios y trabajadores de Bélgica y Holanda.  En 5 días tienes tus tarjetas en casa y mucho más barato. El debate popular, vive feliz en una suerte de Disneylandia,  estrictamente teológico sobre sustancias, atributos y condiciones sagradas.  Quietismo y conceptos teológicos, sobre un viejo mundo que se está yendo, sin que nadie quiera ver nada.

 Albert Camus, nuevo libro sobre él
  El libro es sobre él. Aparte de gigante como escritor lo es como moralista –no en el sentido despectivo que habitualmente utilizo, sino  como intelectual comprometido. De las muchas estupideces cometidas en mi vida hay dos  muy lamentables.
A)     Admirar a Sartre
B)      Leerme las obras completas de Simone de Beauvoir, autora de esta frase huera: la mujer no nace, se hace.

Aparte de divertirse mucho en el París ocupado por los nazis, fueron dos  inmorales dedicados a utilizar, coaccionar, engañar, chantajear emocionalmente a  jovencitas, con las artes de pederastas, a niveles repelentes, y lo cuenta ella.
Sartre fue un furibundo defensor de los crímenes comunistas y revolucionarios, un profeta de la violencia  y el fuego, como Merleau Ponty y la otra,
Al final la historia ha colocado a todos en su sitio. Hemos tenido que reconocer y aceptar la realidad de crímenes  abyectos y el veredicto histórico del estalinismo y el totalitarismo de izquierda. Y ver evaporarse a sus intelectuales.
La realidad tarda, pero finalmente se reinstaura, es un consuelo. Los hechos siempre ganan a la propaganda, el delirio, la ideología y los prejuicios  y a la irracionalidad El retrato  familiar que le espera al zapaterismo va a ser sarcástico  y grotesco, pero seguro. Los estados de delirio político, por el  que todo vale, el tiempo los aquilata, y  finalmente coagulan en hechos de realidad.
Del zapaterismo no solo se valorará sus insuficiencias clamorosas e inoperancias, sino todo el material delirante de sus decires, sus enunciados absurdos, tontorrones y mentirosos, la facundia pedestre. Las bobadas, los coros repetidores aparecerán no como metafísica de ideales y humanitarismo, sino bajo la estricta medida de hechos de falsedad, de pobreza, de interés sectario, de vanas jaculatorias, de interesadas soflamas sin sentido….

Ayer tocó otra vez calle Nokia, Parra y Weyler, aspectos en los que se consuma la abolición de todas las distancias, y restalla primaveral el eterno presente.

lunes, febrero 20, 2012

Obituario: El general e historiador Alonso del Barrio

En la gasolinera donde he parado a comprar el periódico socialdemócrata, al haberse agotado éste he cogido El Mundo. Gracias a él he conocido el fallecimiento del general e historiador José Enrique Alonso del Barrio el pasado día 12  en Zaragoza, donde había nacido.
Creo que su libro de dos tomos fue el último, o uno de los últimos, que leí para escribir mi libro sobre el Sáhara, en el que lo cito al menos dos veces.
Es otro de los militares españoles comprometidos, tras su paso por aquel teritorio, con los acontecimientos en que nos vimos envueltos y con sus protagonistas saharianos.
Alonso del Barrio se atiene a los hechos como un historiador profesional, sin que pueda ocultar decepciones y críticas al gobierno y mandos españoles.
Los hechos de que da cuenta este testigo privilegiado, los  datos objetivos que ofrece me sirvieron de mucho. Fueron datos fundamentales, imprescindibles. Él estuvo en primera fila. Me vinieron  de maravilla, solo tuve que cruzarlos con otros y sacar las conclusiones lógicas que entrelazaban las premisas.
Los libros sobre el Sáhara de este autor, como digo,  son fundamentales para conocer aquella peripecia histórica así como lo más importante: las veleidades de la historia, tantas veces impredecible y  aleatoria. Nada más opuesto a la noción de "destino". Descanse en paz. Me hubiera encantado hablar con él, es decir únicamente preguntarle y escuchar.

jueves, febrero 16, 2012

De vuelta al Sáhara

Para gente de mi jaez, la edad ha supuesto un avance fundamental por el terreno de la realidad. La realidad aunque sea adversa siempre es benéfica por su naturaleza de verdad dada y de condición  de socialización, de acceso a lo simbólico (como la realidad es socialmente comprendida). Lo imaginario no ha de ser un  ámbito de chapoteo y balbuceos marginales, sino de profundizaciones audaces,  reversibles, de juego y diversión, de raptos de plenitud y gozo. Un ejercicio festivo y oportunista, reservado para las mejores ocasiones. Hay que  marcar estilo y poseer carácter, y eso se da en ese tránsito, en  la capacidad de  atravesar fronteras. Únicamente.  No en la permanencia en  ninguno de los dos.
Decía que la realidad me da márgenes de crítica y autocrítica  que de otra forma no poseería, tras un aprendizaje muy arduo que permitirá después forjar más realidad. Como una suerte de  conciencia hegeliana. Siempre pasa igual.
Ahora sé lo que hago mal y lo que no me sale del todo mal. Sé si tengo algo que decir o proponer, es decir si dispongo de un ángulo de visión distinto, no frecuentado, si puedo aportar algo o no tengo absolutamente nada que decir. Lo que es fundamental (darse cuenta). En estos casos  de nada sirven  provocación, ligereza o superficialidad. Estoy hablando de El Sáhara como metarrelato. Tenía seguridad en el libro. Me había tomado el esfuerzo de saber lo que se escribía del Sáhara y cómo se escribía. Había sido capaz de acotar una perspectiva, de algo podía hablar. Ni la historia del Sáhara ni sus avatares políticos de carácter general (la historieta divulgativa/propagandística o el rollo académico) me hubieran inducido a escribir  una línea. También fui descubriendo  desde que punto de vista podía escribirlo así como sobre qué bagaje cultural, intelectual y político era capaz de hacerlo con mínima solvencia. El simple juego de déficits y activos es fundamental: donde no quieres entrar y dónde puedes invitar  al debate.
Sobre el contenido del libro me interesaba lógicamente la opinión de los que entienden y conocen de política internacional y de las facetas relacionadas, evidentemente (de biología los biólogos, de derecho los juristas), no los  osados y audaces en su ignorancia circular y frívola. En ese sentido había pasado los conocimientos y competencias que valoro, y todavía me quedan.
Pero no esperaba que  tan pronto, ayer en un solo día dos personas,  elogiaran tanto el libro en encuentros seguidos. Una fue una funcionaria, viajera   a Tinduf y que  ha traído niños de vacaciones, con la que mucho discutí, que me dijo que le estaba gustando mucho el libro y se lo estaba dejando a su hermana, y el otro ha sido Manolo Suárez (que va a presentar el próximo libro de Juan Royo), que me dijo que a pesar de no interesarle nada el Sáhara le había encantado el libro.
A Manolo le conozco muy bien, escritor casi ágrafo (desdeña escribir él), su relato en T&L  fue el mejor y su Reynaldo Posadas casi  nos animó a sacar otro libro en el que el fuera para todos el personaje, es además letrista de canciones, erudito en música pop, rock... muy culto, e intelectual –lee ensayo, y es capaz de hablar de la cultura de la época,  sus fenómenos, los que definen nuestro tiempo, mentalidad, valores  (posmodernidad, modernidad/Ilustración, relativismo o comunitarismo… ) y hasta hace reflexiones críticas  propias de intelectuales, con conocimiento.  Es un gran abogado. Aún hay clases.

lunes, febrero 13, 2012

Cumpleaños felizmente celebrado

Acabo de llegar de la calle Nokia de celebrar, como casi todos los lunes, mi cumpleañós feliz. Con Fer, XY, mi hermano y yo, con la enorme fortuna de la incorporación de Proud Mary. Cuando salíamos, me agarra del brazo Proud y me pregunta cuántos he cumplido. Se lo digo avergonzado y me dice, como he oído hoy varias veces (Tox incluido) "no los aparentas". Suerte de pésame. Y añade "además eres divertido, bohemio y vas a tu bola". El cumpleaños felizmente celebrado.

domingo, febrero 12, 2012

Goebbels, Garzón y los argentinos

Una de las cosas que menos soporto de este país es  su enemistad furibunda a  los hechos. Los hechos, la objetividad, lo dado, la realidad fenomenológica son absolutamente rehusados, negados, ocultados…. y exorcizados. Quiénes se suponía que tenían como divisa el análisis crítico, en la reciente edad de oro del sectarismo, renunciaron a ello, y así, medios, partidos, agentes de opinión y el pueblo castizo ávido de ungüentos, tesis que todo lo expliquen, devociones... sienten aversión a los hechos cuando estos cuestionan sus creencias, mitos  y prejuicios.  
No es que las proposiciones y enunciados sean todos falsos, sino que ya las propias premisas lo son. Si se juzgara a Garzón por el caso Gürtel, como por la investigación de los crímenes franquismo (¿dónde está prohibido hacerlo, qué leyes permitirían juzgarle, qué artículos condenarle?) el pleito ya celebrado hubiera sido muy distinto, eso es evidente y no habríamos oído a tantos testimoniar sobre  las escuchas y la relación abogado cliente, seguro que no.
La negación de los hechos de carácter general tiene su justa correspondencia y concreción -muy lógicamente- en la negación de los hechos declarados probados de la sentencia. Es tan fácil enhebrar el post...
No es una cuestión epistemológica, sino burda falsedad, suplantaciones semánticas, engaño, propaganda de quienes no tienen  absolutamente nada que proponer, que se agarran irracionalmente a causas oscurantistas y odian el poder de la razón y la crítica. Son los barridos por la historia, que no por casualidad son el escalafón más mediocre de todos los que les precedieron. Estos pequeños propagandistas nos toman por idiotas.
¿Quién podía salir a favor, aparte de pequeños núcleos de  desorientados, de Garzón y su aparato de propaganda manipuladora? Evidentemente, demócratas de tanto pedigrí  como la presidenta de los argentinos, democracia inducida y debida a la Royal Navy, salvo que se me muestre un solo testimonio de movilización de masas argentinas por la democracia (me remito al post de abajo), que nos haría incluso pasar por alto la adhesión popular, masiva y enardecida a los genocidas (hasta que la Royal Navy mandó a parar). La memoria histórica argentina es aún más falaz y desvergonzada que la española. Amén de la seducción patógena caudillista. Si les reconozco un poco de mala conciencia, como aquí, que no alcanzo a imaginar a que sea debido. Los británicos, entiendo, tienen que ver con ello.

Pasemos a la decencia
El viernes fui ávido tras Christopher Hitchens, tras Hitch 22 necesitaba de él. Compré Dios no existe y  Cartas a un joven disidente.
Christopher Hitchens,  muerto prematuramente,  nació en el Reino Unido, filosofía, ciencias sociales y economía en Oxford, troskista, periodista, intelectual británico (son diferentes), controvertido, provocador , disidente, se hizo estadounidense, apoyó la guerra de Irak , persiguió a Kissinger, Clinton , a la madre de Calcuta y a Dios (no es ateo sino anti teísta), sigue respetando a Marx y, por supuesto, a  Trosky.
íntimo amigo de Martin Amis y Salman Rusdhie, me ha hecho volver a Martín Amis.
Trabajo en Línea líquida, busco la máxima perfección. El Sahara según esa red de librerías (no están todas) ya está en quince físicamente y ha llegado a la Complutense, donde estudió el prologuista.
En breve cumplo años, mi madre por primera vez no se ha acordado de la fecha y no le he dicho nada.
Me acaba de felicitar Cristina desde Granada, (muchísimas gracias) la primera y seguramente la única. Todo el mundo me odia.

jueves, febrero 09, 2012

¿Cuál lucha de los argentinos por la democracia?




Una somera toma de muestras de lo que decimos
Me gustaría compilar testimonios gráficos de la lucha de las masas argentinas por la democracia,  si existieran (y de paso de las españolas: siempre salen las mismas escenas, las que hay), que aminoren un poco la desbordante y lujuriosa alegría y comunión de los argentinos con la dictadura miltar de Videla, Massera y cia en el Mundial de 1978. Parece ser que el estadio no estaba muy lejos de la ESMA del almirante Massera y que el horror estaba en su punto más álgido, que los torturados oían el rugido de los argentinos ebrios de gloria patria.
Como no me gusta el futbol (ni sus aficiones) sabía que nunca olvidaría aquellas escenas del estadio, y que  no las debía  olvidar.
Por lógica sabía que las Malvinas no podían ser muy argentinas, ni desde tiempo inmemorial ni memorioso.
Si la independencia argentina del imperio español se fraguó entre 1816 y 1822, y Gran Bretaña las ocupó en 1833, quedan en torno a 12 o 13 años de pertenencia hipotética de las islas a la Argentina y de posibilidad de algún acto de soberanía meramente simbólico o anecdótico. Incluso de mero atisbo de interés argentino por las peñas oceánicas.
Hay otra cosa que no olvido de  los argentinos, que lo considero igual de personal que lo anterior (más o menos como ellos las Malvinas), y es que cuando la jeremiada de la invasión del territorio británico, con el  milico Galtieri en la Casa Rosada, las masas argentinas  volvieron a eclosionar electrificadas en  estadio/estado de ánimo de glorias pasadas presentes y futuras y arrebatadas corear, aupar, ensalzar, comulgar nuevamente con los genocidas, hasta la repugnancia  y el vómito. Por aquel entonces  los millones de potenciales demócratas albicelestes tenían solas y en un vacío hermético a en torno a 20 madres de la plaza de mayo, a las  que sortear.
No recuerdo yo que atisbara alguna frustración democrática ni ninguna  voluntad de llegar siquiera al punto final, menos a derogarlo. Ninguna, sino apoyo incondicional al generalato.
Gracias a la Sra Tatcher y a la Royal Navy, que restauraron el orden internacional violado por acciones de guerra,  tienen los argentinos democracia, cierto que  a su idiosincrasia populista. Sin ellos, sin la Royal Navy y Tatcher, no la habría habido. El generalato milico se derrumbó en la depresión tras el fracaso de la jeremiada, nadie quería el poder y se hizo lo más fácil y único en esas circunstancias: celebrar elecciones.
La lucha por la democracia en  España es parecida ,de grotesca y falsa.
                                                                          Ajajá,
Y hoy la sentencia de Garzón (aquí le tenemos de comando de misiones especiales) produce en  ambos pueblos hermanos el más funesto sentimiento:  la orfandad. 

miércoles, febrero 08, 2012

ámbitos de significación radicalmente opuestos

La telenovela (TERE)
El más fabuloso arte contemporáneo  (TAPIES)

martes, febrero 07, 2012

Siria no es Israel, nunca nada es Israel


Parece que las matanzas en Siria son bastantes concienzudas y que  alcanzan gran perfección, quiero decir que se ejecutan con cierto arte: el concerniente y más adecuado a su propia  naturaleza de dar muerte. Hay un orden mortal tan hegemónico, y sus protagonistas están tan desprovistos de un mínimo de relevancia y de cualquier merecimiento de empatía, solidaridad y piedad, que francamente deslumbra.
Ni un pacifista en  lontananza. Si algo caracteriza al pacifismo es su congénita desmotivación, su laxitud y lejanía: su  falta radical de humanidad. Al pacifismo nunca le ha movido un solo sentimiento positivo de empatía o piedad, de ayuda directa, de consuelo, de ofrecimiento y abrazo. Se trata de un despliegue simétrico de agresividad contra quien usa la violencia- el pacifismo no tiene la altura intelectual para reflexionar sobre la violencia y la justicia. Es la agresividad sublimada y concentrada hacía un objeto del odio que ha de hacerse socialmente aceptable o políticamente presentable (al nivel mostrenco conocido), pero que anida en los recovecos del alma. Toda una exhibición del lenguaje de los signos, de densa y unívoca significación: gritos, insultos, quema de banderas y figuras, gestos, rictus, puños, los más viejos ritos de guerra, una escenografía fantástica, ¡por favor: los percusionistas! Hasta el ¡tam tam!
Los máximos heraldos de la doble moral, el prejuicio, la fobia, la necesidad de ritualizar la agresividad, y la patraña, deben pensar que somos idiotas, que no hay lectura de sus hazañas.
¿Dónde tenéis la flotilla de Gaza? ¿No la vais  a sacar, héroes?
Desconozco las conexiones neuronales en mentes tan enfermas y tan  esclavas de prejuicios y oscurantismo, de superstición sobre el  mal, más que parangonables a las que existieron  al final de la Edad Media, marcadas a fuego en el inconsciente colectivo.  Ni guardan las formas ni disimulan: como en 1492. Igual de fascinados con los judíos, salvajemente seducidos.
Los paternalistas eurocéntricos, no distinguen el dolor concreto de los seres humanos de Siria. Es demasiado real y directo. No es campo de posibilidad pacifista.
Sin embargo, echadle a la turba (a la de aquí al lado) banderas de barras y estrellas o de una sola estrella: la de David.

lunes, febrero 06, 2012

El escalofrío Chacón

Éstos fueron, pero  ¿de qué iban? Mírese la cara del manchego y a los de enfrente
El único congreso de partido que me ha preocupado en  toda mi vida, ya  prácticamente centenaria,  ha sido el del PSOE del pasado fin de semana.
No concebía que la embarazadísima y paramilitar mujer de Barroso y sus diseños asamblearios y tuiteros  pudiera ganar el congreso, y con ella esa pandilla de sonrientes, esmeradísimos maniquís en el vestir, pavos reales,  narcisistas hasta lo inconcebible, encantados de sí mismos,  embebidos de pijismo de izquierdas, oportunistas, espabilados…  .Francamente, no. Antes de su definitiva extinción, ya se dice de ZP y muchachada que ha sido el peor gobierno de España con  diferencia, de menor preparación  y mayor alegría estulta, vestuario y cremas. Antes incluso de que los historiadores intervinieran resaltando los hitos de mayor significación.
Hay dos nuevos acontecimientos  de gran relumbre: las exaltaciones a la alegría, que ni los propios socialistas entendían, y esta imagen grotesca del retórico Díaz Aguilar apareciendo en un cena en la  sede de partido para cantar a Bob Dylan. No han sido cualquiera.
Gracias Felipe González y Alfonso Guerra por este último servicio, en este caso, a la humanidad.
Yo digo muchas boutades, como se me sugería el viernes, así que voy a decir otra que jamás la podría razonar. El PP no es que sea un partido socialdemócrata en la realidad objetiva de sus políticas y los hechos, (al margen el mega Prestige-oh-my God!) sino que representa a la socialdemocracia más ortodoxa. Yo entiendo que el nivel político cultural  irradiado por ZP, Chacón y Zerolo no sea muy Berkeley,  pero aun así hagamos un esfuerzo. La banca financiada tendrá (–in-ter-ve-ni-da- ) que limitar sueldos en la cúspide. Algo que como todo el mundo sabe siempre lo hizo la socialdemocracia oficial y la sonriente y guitarrista.

domingo, febrero 05, 2012

Mi otro libro, con fotos del no otro

Flanqueado por Jesús Pérez Triana y Víctor Hernández Roncero
 Bondade de Lara Costa y David Cáceres
Anteayer fue el día de mi libro, lo considero tan mío como  si lo hubiera escrito yo. Tapas duras, sobrio, elegante y letras doradas, le faltaba la cubierta con la que aparece al lado, (Expressing identities in the Basque Arena), lo tocaba, lo miraba y me buscaba. Mi nombre, el significante primordial. Para todos, pero más para los que tenemos la suerte de poseer una identidad cimentada en las nubes, el primer significante es la constatación sólida de nuestro propio carácter simbólico/real, -la condensación sígnica que lo propicia y fija- y no solo imaginaria.
Jesús Pérez Triana me trajo el libro en el que  aparece mi significante primordial 8 ó 9 veces, y soy referenciado  brevemente en  inglés de la universidad de Oxford –se me cita (y traduce) como si fuera una autoridad-. Mi identidad finalmente ha cuajado entre Levy Bruhl y Bronislav Malinoski o Amin Malouf. “L” y “M”. Jamás me podré sentir ultrajado, lo juro.
 y en primer término el gran novelista Agustín Enrique Díaz Pacheco 
De los pocos (4) que tenían el libro, el del Sáhara, quitando solo a Rafa, e incluyendo a nuestro Amado líder, que me lo dijo al mediodía, ninguno lo había leído. Daba por hecho que todos lo habrían leído, es corto y  fácil de leer. Pues no. No lo habían leído ¿lo leerán?
no vaya a creerse alguien que no se ejerce control sobre los asistentes; de las fotos faltan Ánghel; Paco, Manolo Suárez, el Rapsoda, y el protagonista del libro de -que  como había ido, a ver si le nvitaba  a cenar; ¿estás loco?-, que se dejaron caer al final, calculando  su término. No intuyeron  que contaría íntegro el libro. En la de abajo y al fondo escondido tras la escalera,  en un artículo para el periódico. "Me referí al prólogo pero no te cité". También se escondió de la presentación de aquel libro que debió hacer.
Teniendo en cuenta, que nada de lo que yo haga o diga puede interesar a un “público”, ni siquiera a una inmensa minoría como dice mi hermano, sino a una breve minoría  –tan desmesurada  es mi ambición; ya que evidentemente es de  tipo profética-, el dato me dejó como autista.
 Hay otro dato que yo juzgo interesante en las presentaciones, que no son los amigos de los que cabe esperar que acudan (los que acuden), sino los desconocidos, los que se han tomado la molestia de ir por mero interés. El viernes había desconocidos y unos cuantos. Compruebas que la cosa puede funcionar.
Tratándose  de un libro sobre el Sáhara, que acudiera el Director General de África, el escritor Martín Carbajal, un verdadero africanista, a quién había invitado y señeros activistas del Sáhara, como Anselmo Fariña y su mujer, sirvió para que configuraran  su marco más natural y lustroso.

El Director General de Africa, el escritor Martín Carbajal, Rafa Abreu, Agustín Enrique
En lo que a mí toca, esta vez no me hice el gracioso, sino que concentré  toda mi capacidad en resultar plúmbeo. Conté  el contenido del libro entero, así que no lo compró casi nadie. Confío en el tiempo, en la proyección,  y en el interés del tema, además de en mis tesis. A ver si pasa lo mismo que a mi libro que me referencia.
Por mi época de articulista la poca fama que pueda tener ha de ser necesariamente mala. Luego  la aparición de determinadas personas   –¡si también escribí una vez muy impropiamente sobre el Sáhara…!- fue bastante indicativo del interés que despierta el Sáhara. Anselmo Fariña arruinó mis presunciones sobre los activistas, su persona no se corresponde con la imagen que dan los amigos del Sáhara,  se trata de un activista anglosajón, caballeroso, liberal,  atento, documentado y a lo que se ve, valiente. Como su mujer. Mis respetos, Sir.
Lara Costa y David Cáceres
Si, pero los Willy Toledo existen y otros poco presentables. Ellos son ellos, no los otros.  Ellos no son lo saharauis, en absoluto. Somos capaces de detectar su juego, analizarlo y explicarlo. Que vamos a seguir haciéndolo
Mientras Europa avanza a grandes saltos hacia la insignificancia, el Magreb es un lugar en el que fijarse sin tener que bostezar. Por una vez creo que voy a acampar en algo que he tratado. Pensaba que clausuraría la etapa saharaui,  ahora creo que no va a ser así. Es el libro con el que más he disfrutado. Bueno, el diario fue muy divertido. De España no puedo emigrar y he de soportarla, hay rasgos de España que me resultan punzantemente insoportables. Alfileres. Interés por el Magreb junto  a una  España que me rechina: utopista, siempre frívola pero siempre  jugando a profundidades quijotescas y falsos dolores, visceral, paternalista,
irresponsable, papista, moralista, evangelizadora y/o pedagógica, presta a cualquier  disfraz “prestigioso” con el que  dar la nota con sonrisa estúpida,  siempre mostrándose, siempre exhibicionista, siempre narcisista como los viejos hidalgos intachables  de “alta” alcurnia moral, enemigos a muerte del quehacer serio, anónimo y eficiente… La España que odio.

En un momento de simpatía concertada
Como dijo mi hermano, no queda  por hacer ninguna revolución tripy-utopista, la única lucha pendiente es en  favor de la realidad, queda revocada la delirante utopía, cornucopia de mesianismos y asociados,  la lucha pendiente en Europa, pero sobre todo en España  es la reinstauración del principio de realidad. Hay que luchar por la realidad ¡qué tiempos! Al final Hegel tenía razón:  todo lo real es racional y todo lo racional real,
El viernes fue una oportunidad  magnífica para reunirnos amigos. Entre los planes en el Parra (y de antes),, XY  y yo  pretendemos  hacer un viaje a Villa Cisneros  desde Las Palmas. Yo solo voy si se me garantiza que hay cerveza, en otro caso no. 
   Para los saharauis no verdaderos ni reales (tipo españoles  a
secas), el  asunto de la legitimidad (pero como mero discernimiento previo) pertenece al orden de lo alucinatorio directamente. La construcción de un ejemplo, como Timor oriental, situado en la idealidad axiológica y en las elucubraciones sobre el factor "natural" de una  Historia-chicle-plastilina, -que algunos pagan a un precio muy alto, entre tanto- constituye un desprecio a los datos empíricos más groseros y a toda función analítica, que sin embargo pretende, hábilmente, en  la realidad operativa  constituirse en  puente para darse preeminencia, relevancia e implicación “asesora”  sobre el terreno. Arúspices auto-invitados  muy por arriba.