La nueva socialdemocracia española es el PP como consignan los analistas y los baremos objetivos: Fiscalidad progresiva, la gran palanca socialdemócrata para allegar recursos para el Estado y afrontar sus políticas sectoriales. Mantenimiento de todas las prestaciones y subsidios de desempleo. Intocabilidad de la sanidad y educación públicas, por muchos ajustes o recortes que deban hacerse para evitar algo tan sencillo como quebrar o irse al garete, lo que hubiera pasado de permanecer los insolventes.
Conservación del ministerio e igualdad. Restitución de la dignidad de la mujer, aboliendo la ocurrente mamarrachada (incumplida también) de las cuotas, promoviendo a mujeres con capacidad, mérito y experiencia. ¡Era posible! Y claro que existían.
El PP de Mariano Rajoy ha desmantelado la derecha de manera espectacular, y de paso la incompetencia jamás conocida
El que posea el barniz más epidérmico de la teoría política de izquierdas –lo digo porque hemos llegado al ridículo de que muchos de los actuales voceras de izquierda son analfabetos políticos (como poco), empíricamente demostrable, vía test, vía lo que sea- el conjunto de las medidas de Rajoy les habrá de sonar, incluso a ellos, como poco a socialdemocracia.Era evidente que la refundación de la izquierda no podía provenir del talento inventivo de ZP y subordinados.
Ahora sólo resta que los paladines del sectarismo, el cerco y exclusión de la ideología contraria, el nacionalismo, la pedagogía ideológica educativa y de tantas tonterias, construyan lo que solo pueden hacer ellos: una derecha derecha, como en la que se proyectan y proyectaban mientras atendían con suma diligencia y pericia la economía del país, tras enfrentarlo con denuedo monjil.
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