sábado, octubre 30, 2010

¿Cómo se vendió el Sáhara a Marruecos?

En aquella época yo oía todas las noches Radio París y la BBC, y compraba todas las tardes en mi ciudad el diario de Madrid “Informaciones” (el único que daba noticias que todos los demás ocultaban).
No recuerdo que se celebrara ninguna manifestación contra la cesión del Sáhara. Para entonces yo llevaba años acudiendo a manifestaciones y concentraciones ilegales, pero esa vez no hubo donde ir.
Sobra decir que el apoyo a la autodeterminación del Sáhara durante la Marcha Verde y después hubiera significado coincidir y apoyar al gobierno de Franco, por lo que los riesgos para manifestarse hubieran sido muy inferiores a cualquiera de las otras veces. Lo que hace más injustificado el abandono de los españoles, comunidad por comunidad, del Sáhara.
Para mi proyecto sobre el Sáhara quiero confirmar en las hemerotecas porqué la sociedad española, el conjunto de sus ciudadanos se desentendieron por completo de los saharawis, demostrando tal falta de solidaridad e insensibilidad o si  hubo razones, no demasiado dignas, para  hacerlo. Los españoles, comunidad por comunidad callaron,  acobardados intuyeron el peligro, el riesgo de guerra con Marruecos, la mili obligatoria... Ni un gesto.
En mi proyecto quiero tocar a la sociedad española, no en abstracto sino por comunidades, y también por sectores, no sigamos acogiéndonos al estatuto de irresponsabilidad como menores de edad. Un sector: el estudiantado por ejemplo. Qué manifestaciones se convocaron, qué días y en dónde, si esa misma respuesta (si la hubo) se produjo en las grandes empresas y si éstas hicieron paros o concentraciones o si se manifestaron, o si en absoluto lo hicieron, y qué partidos de izquierda se manifestaron y protestaron, si lo hicieron, con qué recorridos, y dónde consta. La verdad es que sobre todo esto no hay nada escrito, lo que es muy raro, pero tampoco hay fotos ni películas. Todo lo que hay es del Sáhara y Marruecos. Jamás, ni entonces ni después ni ahora he visto un solo documento de una sola protesta o simple gesto de solidaridad en España.
No podremos saber si una respuesta de la opinión pública española más o menos masiva y testimonial  a favor de los saharawis hubiese servido  al gobierno franquista par mantener su postura inicial  o hubiera disuadido a Marruecos de las posibilidades más frontales, generando dinámicas y correlaciones políticas nuevas y abiertas
Cierto que luego no habría manifestación sin banderas del Polisario, pero ya fue cuando todos los españoles, comunidad por comunidad, estábamos a salvo (incluido de "vender" o no vender el Sáhara, cuya decisión como vemos fue por aclamción, de vender digo). Además con qué ímpetu  aparecieron las banderas, qué reconversión. A buenas horas, abanderados oportunistas.
Me centraré en esta comunidad e indagaré por las hemerotecas, para comprobar si lo que recuerdo es como lo que recuerdo entonces viviendo lejos.


No creo que esté muy equivocado porque es una de las veces que más me he avergonzado de los españoles, comunidad por comunidad, la mía incluida que era la más activa y yo también incluido.
Es increíble que sin apenas ningún riesgo para protestar y manifestarse, ya que al ser asunto externo (no de política interior) tanto gobierno como oposición podían coincidir y de hecho coincidieron, fuera tan granítica la frialdad e insensibilidad y absoluta la falta de solidaridad de todos los españoles, comunidad por comunidad y de todas sus organizaciones. Es realmente curioso.


Es evidente que cada comunidad, una por una, no estaba dispuesta a tolerar, ¡qué muertos!, ni un solo herido por la independencia del Sáhara. Situación que varió radicalmente en cuanto los muertos los pasarían a poner saharawis y marroquís en exclusiva y de hecho y no potencialmente. Es posible que entonces o más tarde yo variara mis sentimientos y pasara de la vergüenza al nítido y sostenido asco.
Los novísimos y sobre todo tardíos amigos de los saharawis, se comprometieron plenamente con el Sáhara, causalmente –coincidencias que depara la vida- en cuanto tuvieron la seguridad absoluta de que los muertos únicamente iban a ser ajenos, es decir, siempre saharawis o marroquís y jamás ellos, jaleando las batallas y rindiendo honores a sus preferidos, lejos de los campos de batalla. No conozco holliganismo más innoble. Su causa elegida, su ideal, esa espiritualidad de saldo se saciaba con muertos (marroquís por supuesto) y avances de las “propias” tropas. Como ahora con la “resistencia”, todos en Tinduf, menos los turistas solidarios, que ocasionalmente, y jubilosos. Pero ¿por qué tanto júbilo, por cómo viven, por sus perspectivas políticas (saharawis), por el relativismo y complejidad de cualquier situación futura o por ellos mismos (turistas) y su exhibicionismo de postulantes de misa mayor de 12?
La venta del Sáhara fue un alivio para todos los españoles, comunidad por comunidad, sector por sector, ya que así terminaba el riesgo al que habían estado expuestos: servicio militar obligatorio, y a que nuevos frentes con Marruecos pudieran ser abiertos en territorio peninsular e islas; antes habían enmudecido y permanecido con la respiración cortada. Disimularon muy bien su posterior “indignación sobrevenida”. Si los saharawis hubieran sido exterminados, ¿los españoles comunidad por comunidad, sector por sector, individuo por individuo hubieran protestado? Qué respuesta más difícil…
¿Podríamos indagar en la “venta” del Sáhara, analizarla y discutirla? Claro que sí. Pese al odio de la actual izquierda posmoderna a todo lo que huela a crítica, análisis, pensamiento, debate...
Hay un dato evidente, hubo quienes lloraron, pasaron armas, se pegaron contra las paredes y algunos casi desobedecieron: fueron legionarios y otros militares españoles… franquistas.

1 comentario:

Jesús Castellano dijo...

Vuelve por Tijuana, viejo, y déjate de rollos. Lo del Sahára es asunto viejo. Muertos hay en todas partes.