El viernes atardeció promisorio. Había quedado con unos comunistas (Rafa y su célula) para ir a un acto de la clase media alta, como corresponde a todo lo concerniente al arte contemporáneo, cuando me llama Iñaki Marieta para que no compre su libro Tentativas sobre la filosofía griega porque tiene uno dedicado (en griego, supongo) para mí. De pronto me siento balanceado y traspasado de cultura, de alta cultura, desbordado. Vamos con mi hermano al espacio cultural El Tanque donde hay una performance, conciertos, instalación, break dance, dance, DJs, conceptualismo, pos-re-vanguardismo en grandes dosis. Y comunistas. A una hora todo se vuelve disco, cómo retumbaba la música con todos bailando. Como eran artistas, hacían danza dance. Quedé sugestionado, como cuando niño me llevaron a ver Holiday on ice.
El despliegue conceptual, auditivo, de imágenes y pata asada se llama Keroxen10, por el espacio expetrolífero, que te sitúa a orillas del East River, en Queens o Brooklyn. ¿Y de qué lo sé yo? Mayormente por mi hijo y amigos que no salen de esa orilla cuando van allá.
Cuando entramos por segunda vez, un joven contorsionista hacía los coros, con dos micrófonos que alternaba, a una música enlatada.
- ¿Es música atonal?- le pregunto a mi hermano. Saca el móvil, lo hace fulgurar y me enseña una foto de Wagner, lo besa y me dice: ¡un maestro! Nunca me ha parecido más vanguardista mi hermano.
La paisana
Hablando con un activista cultural (modalidad arte) me señala a una chica y me dice "esa es la más guapa de Bilbao" y añade “ven, que te la voy a presentar”, que lo hace así:
- Ahí donde lo ves (yo) es un antisistema- me quedo asombrado de mi propia complejidad.
- ¿Vas mucho por Bilbao?- le interrogo.
- No aguanto ni una hora, nada más llegar ya quiero irme- me dice.
- Pues desde hace años yo no paso de 72 horas, es mi techo de tolerancia-
- Pero me gustan mucho los vascos, en Bilbao me quedo prendada, y se pone a hablar de dos vascongados amigos míos (y de ella) que andan por allí y que son dos profesionales de la seducción.
Llega uno de ellos.
-Te está hablando de mí, ¿qué te está diciendo?
- No creo que quieras saberlo- le contesto
- Sí, mejor no me lo dices- y de la misma desaparece.
- Joder, bilbaína. Cómo te interpretan.
En el kiosko prefabricado o ventorrillo Coca Cola está colaborando una mujer que siempre ha descollado, muy atractiva, muy vital y natural y muy suya, pero sobre todo con la sabiduría de las mujeres más sabias, una mujer de verdadera altura, a la que yo admiré en el secretismo compartido con XY.
El viernes la cambié el nombre, de tanto pedirle cervezas y ella olvidarse o preterirme. Le llamaba Mari Elba (en honor al Ejército Rojo que traspasó el río de igual nombre).
La bilbaína que para entonces ya confidencializaba conmigo, se apuntó al carro Mari Elba.
-Mari Elba, las cañas por favor – y Mari Elba por aquí y por allí. La paisana dado mi regusto en llamarla Mari Elba se dio cuenta rápidamente de que ese no era su nombre, lo que azuzó sus ganas de jarana, “pero Mari Elba…”,por lo que ambos competíamos con el Mari Elba. Parecíamos artistas que hubiéramos creado un foco de espectáculo paralelo. La apelada en un momento dado –no exigió ni una sola vez que la llamáramos por su nombre- le dijo “mejor si pagas los 4 euros que debes”.
-Pero Mari Elba, si me ha invitado éste y me has quitado la cerveza que ya se la habías cobrado a él.
Ese es el verdadero humor vascongado, superior a cualquier otro, reiterativo, presto a la desmesura, provocador, irónico, amante del riesgo y los desafíos, que busca el absurdo, que se resarce en el despropósito y sin sentido, participativo, que es capaz de declarar privado y familiar lo público. Que se presenta desabrido y punzante pero que es la forma de ocultar la calidez y el afán de contacto en un primer momento.
Mari Elba debe ser una vascongada más, aunque ella no lo sepa.
Fue una noche muy divertida, magnífica, la noche ideal. Y KEROXEN10 continúa, el viernes sin ir más lejos.
1 comentario:
Me encanta que mis amigos se diviertan, pero ese Tanque es más feo que un frigorífico por detrás. Capricho de una niña que juega a ser política, debería haber sido demolido y borrado de la faz de la Tierra hace tiempo. Y, de camino, adecentar toda la zona de Cabo Llanos, que parece otro de los muchos asentamientos de la isla donde el urbanismo es pisoteado y zaherido con demasiada frecuencia.
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