lunes, noviembre 01, 2010

Cinco estrellas lujo

Está en un confín, en Buenavista. Le decía el recepcionista del hotel a alguien al otro lado del teléfono “está al suroeste de la isla de Tenerife, bueno, al noroeste”. Al poco, “se encuentra en el suroeste, qué digo, en el noroeste”, y así hasta una vez más que lo escuchara.
Cinco estrellas lujo tiene golf y spa, se ubica entre el mar y el campo de golf y la cordillera de Teno. Hablamos con Washington
- Aita: sigues sin conocer Teno, pero cada vez estás más cerca, con alguna década más…
- ¡Ya conozco Buenavista!
El hotel es fastuoso: vestidor con delicados focos engastados en el techo, caja de caudales por si queríamos perpetrar robos entre nosotros y a continuación autodenunciarnos, dos plasmas, uno en la sala y otro frente a la cama, dos plasmas que ni encendimos, un porche con otra mesa y sillones, de forma que estuve sentado en el sofá, en la silla de enfrente y en unos de los sillones del porche.
Fer quería celebrar un acontecimiento y quiso que fuéramos con ellos y nos invitó. Tampoco fue gratis total, porque yo ante la hostelería me abismo y salimos una vez del recinto bien salidos. Aunque a un próximo que es como si fuera del recinto.
Al llegar al Vinnci Fer se puso a fantasear con que a la noche “me tiro a la piscina vestido”, luego, cuando nos gintonificábamos en el Golf “está noche deberíamos coger un carrito y viajar por el green” (ilegalmente se entiende) “nos echan, no, nos echan”. El caso denigrante es que a las 12 estábamos en la cama, ridículamente gintonificados y sin haber roto un plato. La edad causa estragos en nosotros. A mi hermano por ejemplo, aspirante a subdecano de los señores advocats el próximo día viernes, le resultará indiferente, pero a nosotros no.
Teníamos gratis un circuito por las aguas del Spa, aguas con burbujas, de aguja, sugerentes. “¿Y si nos da por beberla? Nos ahogamos ¿cuánta agua es capaz de absorber un organismo humano”.
Sólo se tomó las aguas bullentes y burbujeantes, en piscinas tipo sucesivos suzukis, Rosita, que también se bañó en la piscina de dos pisos. El resto fuimos abducidos por las habitaciones de las que nos costaba salir una barbaridad, como si el spa/golf nos fuera hostil. Como eran tan lindas y relindas las habitaciones pasábamos en ellas el mayor tiempo posible, imbuidos de actitud dialogante y no parábamos de hablar, siempre con criterio, prosodia, destreza, como profesionales que fuéramos de las conversas. Y sin tomar nada, a pelo y palo seco. Como si estuviéramos con Vargas Llosa o cualquier de sus hijos, o la tía Julia o la prima Patricia.


El 5 estrellas lujo desciende como terrazas de maíz al campo de golf, esparciéndose a diferentes niveles, en el cuarto está la psicina y hay un bar para tomar cañas,  en el de arriba hay más  piscina y está el bufé donde descubrimos unos ahumados increíbles, daban ganas de preguntar si los dueños era pescadores suecos… del suroeste o del noroeste, y más arriba estaban los gintonic y los planes para Washington en primavera.
De regreso paramos en Garachico para el aperitivo, parecía Lekeitio o Zarautz, todo el mundo bebiendo desde fuera del bar, que es al que fuimos por la animación.
Allí reparé que llevaba una camiseta con el toro de Osborne, un toro facha. Si todos los toros son fachas, el de Osborne lo es más. El toro con más fama de facha pero ninguna de futbolista y ni siquiera de hincha, lo que resulta más que injusto, así es la política de pensamiento (humano-ide).

 Hey Al! Are you working now?
El miércoles vino a la isla Al, nuestro amigo alto ejecutivo, que circunnavegó el mundo durante 8 años en velero de 12 metros, que se queda en casa. Vino Fer y nos dimos a los buenos caldos y gastrosofía. Fer se marchó trastabillante. De alguna manera contrarrestamos cpon carácter previo el declive puesto de manifiesto en cinco estrellas lujo.


De Washington DF

- ¿Ha salido ahí, en la televisión, la manifestación multitudinaria a favor de Obama en Washington?
- La he visto en la prensa, en el Polanco, dos páginas.
- Os habríais emocionado.
- Fuiste.
- Sí, claro. Antes di un desayuno en casa para más de 30, entre amigos y amigos de amigos venidos de todo el país.
- Tan pronto empezáis a darle.
- No, solo un par de “mimosas” (o algo así)
- ¿Y eso qué es?
- Naranja con champú. En la manifestación cada uno o cada grupo llevaba su reivindicación o lema. Así son los anglosajones.
- Como aquí: de la Iglesia a la trinchera para no tener que salir de ella y del sectarismo, el maniqueísmo y las satanizaciones. ¿Qué tal Halloween?
- Muy bien hasta que nos echó la policía.




1 comentario:

Pomal i Gross dijo...

Lo de la gintonificación es magnífico. Deberías patentarlo.