Esta mañana en la planicie me las he tenido que ver con Ahmed, el vendedor de especias, y me ha empezado a recitar no sé cuantas suras.
- No sabía que fueras el muecín- le he dicho para ver si de un respingo se tiraba o caía del minarete (me daba igual).
- Recuerdos de Yussuf, le he jurado vasallaje. Me ha dicho que no me llames Yussuf dos.
Yussuf se siente ya un maestro con discípulos. Todo es obra de Tox, el relaciones públicas feliz.
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