domingo, agosto 31, 2025

Ni Nazaret, ni Ramsés, ni Teherán: Naren

Este tipo de fotos son las que pongo en las solapas de mis libros. Lo que deploran mi familia y amigos. Esta es del final de la larga estadía, muy felices,  en Cabopino-Marbella, la víspera que volvieran a USA  mis nietos y nuera. No en vano yo me considero, epitáficamente, el "Merodeador de la periferia" y he de ser consecuente,
Mi nieto mayor, que me asesta unos puñetazos y golpes importantes, y con toda su fuerza, que es muchísima,  Me gusta el tener  contacto físico y ese no lo puede ser más. Le he adentrado en el mundo del toro  y contra la inteligencia artificial, se la denuncio, y si no, lo hace él. La semana pasada la víspera de regresar, la foto. Ahora dice que somos amigos.
                                    
Este es el pequeño, un santo, que no dice nada.    No sabe si se llama Nazaret, Ramsés o Teherán                                                

Y este es mi fake brother, que está encantado con mi último libro vasco,  me lo esta corrigiendo al  castellano inmediatamente posterior al antiguo. Será un libro importante. Sé  aprovechar mis circunstancias, la más importante, la visión a distancia, siempre conocido el terreno, sin prisas y preparado. Desde donde no lleguen las habladurías, los run-run, murmullos, consonancias y correspondencias, el maldito consensus gentium, el medievalismo moral apocalíptico con su obediencia unánime, los mainstream en posición militar de prevenga.
Creo que me he equivocado de ámbito. El siguiente, otra vez

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