sábado, agosto 09, 2025

Ámbito Marbella y contralectura

Aún podía  prodigarme con más cuchipandas, la sucesión de ellas, el hedonismo hispano en uno de sus focos de mayor irradiación  (núcleos de irradiación que diría el playboy de La latina/Complu, Errejón). Pues hoy vuelta por Fuengit (Fuengirola),  de libresca y nuevo imprimatur del borrador del libro vasco cuarto casi seguido.
Hablando de medio vasco, hoy he visto (internet)  que la librería del TEA  (Tenerife Espacio Arte) tiene mi libro de Tindaya y Chillida, memorial inmaterial de Canarias, a la venta, buen lugar, para otro libro de minorías librepensadoras o activas (Ratzinger).
Me decía ayer alguien que si leía narrativa, claro que sí, aunque antepongo el ensayo que es de lo que escribo. De ficción desde hace años busco a los clásicos (rusos por ejemplo) y las voces de las que tengo tenues noticias pero que fuerzan mi curiosidad.  Jacobo Bergareche, pasado ya el Ecuador, convincente,

Kalifatides, ya el tercero. Un griego de expresión noruega, una vida muy marcada, personal.
SAN FRANCISCO es un libro de caja fuerte, por el cuidado a la hora de la elección, pensando en el destinatario, que era yo. Se ve que me han valorado mucho a la hora de ese corte preciso en la historia del arte en San Francisco. Todo porque Eguiar les dio las llaves de la Arenas a donde fueron tras la magna celebración de los 40. 

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