Se está rodando en Dajla (un paraje natural de inusitada
belleza, pesca y kitesurf) la película Odisea del director Christopher Nolan,
en la que intervienen Matt Damon, Zendaya, Anne Hathaway, Charlize Theron. A
este elenco de actores consagrados internacionalmente le han salido un grupillo
de colegas menores de categoría hispana carpetovetónica que portan la cruz y la
espada de la nueva pureza y orden moral. Lo más exhibicionista, narcisista de 24
horas, tratadistas de ética, expertos de
derecho internacional y descolonización, doctos observadores de realidades a
las que osan asomarse, dictan veredicto de
censura, alejamiento y exigen autocrítica, contra los cineastas. Ellos determinan
y autorizan el buen uso del Sáhara
marroquí. Son la farándula de progreso que capitanea el actor Bardem,
sumiso como animal doméstico en el Hollywood
de multimillonarios e incendiario de pancarta entre Atocha y Lavapiés.Cuando el doctor Sánchez, reconoció también la
marroquinidad del Sahara, por su cuenta, nuestros hooligans del Polisario se
aplanaron: Barden hollywoodiense y doméstico. Cuando tuvieron oportunidad de
influencia real (que pudiera darse con el doctor), y no pirueta estético-moralizadora.
A pesar de ello, no podemos considerarlos expertos ni comprometidos con la
cuestión del Sáhara. No saben que las tribus hassan en el siglo XIII, dirigidas por los beni maquil de Yemen
de sur, conquistaron el territorio del Sáhara occidental a tribus sanhadja (bereberes),
a las que sometieron. Mientras los beduinos recorrían todo el desierto sin noción de territorio político
demarcado. Por tanto, sería un acto de precisión histórica hablar de “saharauis-yemeníes”,
ya que ese no es el origen de la población nativa, indígena, que son bereber.
Esas tribus alógenes al territorio fueron invasoras del territorio bereber sanhadja. Las tribus hassanias yemeníes no eran unas tribus cualesquiera, sino
chorfas y arab, y se dividían entre las tribus del fusil (guerreras) y del
libro (religiosas). Si entre sus señas de identidad se afirma que tienen un idioma
propio, el hassanía. es por un doble motivo: pertenecer a las tribus hassan y provenir
de la península arábiga, como el Profeta. Julio Caro Baroja, en su estudio de
campo de 1953, desveló la rigurosa estratificación de la población, en cuya
cota más baja figuraban los esclavos (abid), que perduran hasta Tinduf. Es muy probable que tampoco sepan,
que la dictadura militar de Tinduf y su régimen policial no solo adelgaza muchísimo en refugiados (que no cuantifica
para mejor cobranza), sino que ha surgido una oposición, Movimiento Saharaui
por la Paz, mientras congrega a delincuentes,
de toda laya y procedencia: contrabandistas, aventureros y mafias, para negociar,
con la generosa ayuda que reciben, en los mercadillos de Mauritania a Malí y
Senegal.
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