miércoles, mayo 08, 2024

Nunca dejas de ser lo que fuistes (o lo haces totalmente)

 La linealidad no es el trazo de mi vida, sino  líneas enmarañadas como mi firma gestual y fulminante, enfurecida e inverosímil. No sé si una vez un policia y otra/s algún funcionario me  negaron la validez de mi firma, que lo que yo hacía era un garabato o un chiste, pero no una firma. Le dije, pues no  me sale otra. Mi firma no es la tipica inscripción, sello que se busca,  propósito de ser presencia y rúbrica. Hoy mismo he tenido que firmar en un banco y mi único afan era si me salía poca maraña en cuanto mancha y quedaba adelgazada. Como nunca sé por donde se empieza y donde se acaba, he repetido el trazo compulsivo. Ha quedado bien, densa, con espesor como aquellas obras de Sol Lewit o Cy Twombly
 SUMA DE UANIMIDADES Estoy a punto de terminar mi libro del Athletic Club de Bilbao, no sobre fútbol, sino sobre el asunto predeportivo de no fichar a no vascos, ni en casos límite guardar un minuto de silencio, el recibimiento en la Ría con la gabarra tan antropológicamente vasca, la exhibición étnica en Sevilla  que mis paisanos en número de 70.000 donaron con la final que ganaron, a la ciudad, y eso que no habré visto  el 5% de su exhibición espectáculo,  Yo que soy muy crítico y hostil hacia mi turbamulta, en el fondo soy uno de ellos, Y unido a esa UNANIMIDAD, el triunfo  absoluto del nacionalismo  por primera vez, ya como monoteísmo. La fuerza  crecida de lo monolítico,  gregario, organicista, endogámico. Estando un poco escaso de páginas, me acuerdo del Athletic Club Femenino que  congregó en el campo de San Mamés a 49.000 (la 3ª entrada) personas, que no fueron por el futbol sino por lo que tenia de iniciativa popular, encuadramiento, calor y sudor,   apoyo, toque de silbato y moralidad pública. Vascos, marcando siempre el paso, en el txoko o la CUADRILLA, en la comisión de fiestas o en el grupo de setas o rólex.
Resulta que en el libro de arriba, en imprenta, me defino de aranista  (Sabino Arana), de los 8 apellidos vascos, pata negra con la singularidad de que eso solo me atañe a mi (con mis burlas y paradojas), estoy en contra de todos los que lo sean, afortunadamente no tengo relación ni con uno solo, y aquello,  a pesar de mi enemistad profesada al nacionalismo vasco, y a su servil sanchismo, un mayordomo zafio e iletrado. 
                 
  Y aunque desde hace años dejé de ser seguidor del Athetic y cogerle  manía  -motivos dio- sin embargo he vuelto  y rescatado sin querer lo que tuve y fue mío, FUE. No es. En cambio, lo que fue elección mía, y no imbuido por familia y  entorno, el ethos local (Athletic), como fue el abertzalismo y el izquierdismo, es lo que a dios gracias perdí totalmente, como alguno quiza note.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tú libertad es solo tuya.
No obstante, yo te recuerdo como a un amigo algo raro, pero eso sí, un amigo.
Hoy tras el mucho tiempo pasado y inexistente trato mantenido, no te reconozco.
Y con cariño prefiero recordar al amigo
J. C. B. El negro