Es la segunda foto que me disparan a dar junto a John Adams, debajo del pesado palacio de la Diputación de Vizcaya, uno de los padres de la constitución americana y por ende de las naciones cívicas o de los ciudadanos.
Ocurre que el nacionalismo vasco es la expresión del nacionalismo étnico, o sea, su negación. Han puesto una frase de John Adams que contraviene sus ideas frontalmente, su antítesis.
Resulta que jugaba el Barcelona y el Lyon, la Champion femenina en San Mamés, eran muchos polacos, les han dejado solos los señoritos supremacistas, esos no han estado, por lo demás ni uno solo de San Gervasi Sarría o hijos de la gauche divine, otra estilismo más fabril y tampoco son bilbainos, que abominen de la discreción y el anonimato, que no puedan reprimir su autorepresentación pirotécnica ni la sobreactuación mímica, la identidad caricaturesca, por eso sigo siendo bilbaíno. La desmesura a veces alienta el humor
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