sábado, febrero 03, 2024

Tan del mismo Bilbao, que nací en el nº siguiente al Guggenheim. Bilbao latino

Cuando nací, al menos alcancé hacerlo con  Bilbao ya fundado. En la foto de arriba del Guggenheim, el museo no existía, el puente tampoco y el último edificio  alto de la esquina derecha de arriba, menos aún. Pues ahí estaba hasta hace relativamente poco un edficio mucho más pequeño y antiguo, que era la Clínica Aranguren, en la que me hice bilbaíno: más tarde típico, para disolverme mucho más tarde en un amasijo de incompatibilidades.
Lo más importante de Bilbao y ya lo evoque sentimental en Vasca Cultura  de Altura es la ría, con sus mareas y gaviotas, atravesándola como un monstruo anfibio, vivo, mutante, Otrora llena de barcos.
Esta bilbainía me ha salido así de torrencial porque estoy  escribiendo mi segundo libro con el título Bilbao, y porque iremos en breve, como diría Alberto Gómez Font, a la casa de Bilbao/costa, donde él no tiene,  pero yo sí.
De Bilbao a  Washington, de donde nací yo a donde nació mi nieto. sin duda hemos mejorado muchísimo. Este finde en Disneyland supongo Orlando.
Pange lingua de Mocedades, y como hubiera dicho  Unamuno, del Bilbao de mi mocedad, pontificio, confortable y familiar, antes que el terror y el rebaño se aliasen, y también nos atravesaran. Por el latín que pudo ser en Euskalherria,  la gran lingua franca.

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