jueves, febrero 22, 2024

En el Colegio de Arquitectos de Vizcaya y en el Abra de Bilbao

El Colegio de Arquitectos de Vizcaya, en realidad su nombre es más largo y compuesto: Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro, Delegación de Bizkaia. El motivo de nuestra visita fue el solicitar  presentar/conferencia sobre el libro, en  la colección de Ensayos Saharianos, que dirijo, El ensanche de Tetuán (1860-1956): Síntesis de su historia  urbana y arquitectónica de Mustapha Akalay Nasser.
Este libro lo presentamos en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en noviembre pasado, y después en distintas escuelas de arquitectura: Toledo, Alcalá de Henares, Granada, Valencia
La pertinencia para  esta presentación proviene del gran número de arquitectos vascos que intervinieron en Tetuán -y en Tánger (el arquitecto del edificio de nuestra casa de Getxo: Eugenio Aguinaga, que Santiago de Luca en un Sures tiene mal puesto su 2º apellido, y no lo recnoce)-. Está es la biblioteca del Colegio y a ella donamos este libro y el mío Vasca Cultura de Altura: retorno estético de Oteiza e Ibarrola. Este libro mío forma aparte de la bibliografía de una tesis doctoral de arquitectura de un colegiado de esta Corporación

Una foto máxima: pareciera que viajamos en un  descapotable a la Galea del Abra
Mi libro queda ahora  a 400 metros del Museo de Bellas Artes de Bilbao que lo adquirieron. Aunque resulte un hijo de la Villa de Bilbao muy adversativo, impugnador de su orden (sí: son casi orden  religiosa), debelador de los pilares de su hybris y afecto a la crítica más sulfurosa: la irreverente. Pero para hacer  esto tienes que estar interesado, incluso amar y odiar, por lo que excita tu pensamiento y moral... y perteneces. Eres pertenecido.
En este caso he hecho una mínima aportación  a lo que, como decia Nietzsche, redime la existencia: el Arte (de vascos),

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