domingo, junio 12, 2016

Sáhara, nacionalismo, Heidegger, Madrid

Aunque estoy muy olvidadizo de Heidegger, yo creo que  lo entendía,  que  no se trata de saber sino de comprenderlo,  la idea de aletheia como desvelamiento,  la dualidad desvelamiento (como verdad)  ocultamiento, la reversibilidad,  la intransitividad: el acontecer,  darse, abrirse son conceptos que se viven, que descienden del orden de las ideas a la empiria de la existencia. Heidegger  marca para siempre, no  pasa de moda
.“La filosofía implica una movilidad libre en el pensamiento, es un acto creador que disuelve las ideologías.” 
MARTIN HEIDEGGER

Estoy tan fascinado con mi último libro sobre el Sáhara que ayer  a la tarde leyendo a Kendourie,  pensaba que había  logrado dar la vuelta al tema del Sáhara como un calcetín. No he acabado el libro pero lo hago este verano, pero ya sé que es definitivo. Yo estoy al tanto de lo que se escribe y se ha escrito en España sobre el Sáhara. Los trabajos más serios, son los que espigan   los archivos y hemerotecas más recónditas. Añaden un informe de Castiella, un comentario de Solís, un dato del ministerio de aviación cuando existía, un borrador de la ONU y así. Mi caso es totalmente el contrario. Hoy no he parado de trabajar, celebrando nuevos hallazgos, relaciones, significados.
Es como si estuviera disparando proyectiles de gran calibre desde un tanque contra un muro, cuyos bloques no son más que cajas de zapatos vacías. Así me siento.  Le he dado la vuelta al Sáhara, he ido subiendo escalones, un peldaño conducía al siguiente y este ya el rellano. Mis libros forman una unida ascensional escalonada. La radicalización crítica depende de las rupturas que vayas logrando
Hay gente que se sabe capaz y planifica cosas u objetivos, otros que al hacer cosas descubren su capacidad, con la que nunca contaron. También ha sido un proceso.


Evidentemente no había ser animado bajo la bóveda celestial que me pudiera hacer un prólogo de ruinas del sindicalismo, vamos ni se me ocurrió, por presupuesto. Aquí para el Sáhara si quiero  y pensé en un director de un periódico de Las Palmas, expolítico y laureado o en un catedrático que me dio algunos trabajos sobre el Sáhara. Y que me aprecia también. Los he desestimado , se lo voy a pedir al Niño, que ha estado conferenciando con las elites en Casa África, quiero que haga un prólogo con título y que tenga   copyright y sea otro punto en su CV y para mí mejor, porque tiene más proyección que los otros.
E sigue por Baskenland y muy feliz. Le tira la tierra en la que ha veraneado, tiene grandes amigos de cuando  iba a Irlanda, escocia y Londres – contribuyó a que uno entrara en el banco mundial, que luego  lo cambió por las olas de Zarautz-, y es la de la mitad de sus antepasados. Conoce mejor Bilbao que yo, -ya me lo dijo MH.  El viernes-sábado  llegó con sus amigos a casa a las 7, me explicó todo el recorrido como si fuera él el bilbaíno, con final en el Kafe antzokia. Este:
Mañana temprano a Madrid toda una semana. XY me porfiaba que ya había estado, y yo que no, una semana entera, no sé, si acaso alguna vez más.  Muy felices de estar en Madrid, ese es el plan, estar, y los sitios donde iremos. Mucha museística, que es lo que apetece, y yo libros sobre el Sáhara y Canarias. A la entrega de la carta verde no se puede asistir, S. llega el jueves de EE.UU.   De todas formas me gustaría verle salir a E de la embajada. Su vida a él solo le concierne, pero yo me ilusiono con mi desespañolización póstuma, que le hizo mucha gracia a Yael, con la que vamos a quedar y con Pablito, el futuro UCLA. Aunque  yo no puedo dejar de ser español ni de vivir entre ellos, que es lo que me encantaría –el periodista Alfonso Rojo (mucho sentido del humor) parece tener un gran hartazgo de los españoles,  no soy el único al que no le gustan nada. Ya soy la rama quebrada y extinta del árbol de gernika vasco,  mi rama no está, solo me falta que ocurra lo mismo del español, qué consuelo. No me importa que un descendiente canadiense fuera hispanista, pero español jamás. No gracias.


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