Aunque estoy muy olvidadizo de Heidegger, yo creo que lo entendía,
que no se trata de saber sino de
comprenderlo, la idea de aletheia como
desvelamiento, la dualidad desvelamiento
(como verdad) ocultamiento, la
reversibilidad, la intransitividad: el
acontecer, darse, abrirse son conceptos
que se viven, que descienden del orden de las ideas a la empiria de la
existencia. Heidegger marca para
siempre, no pasa de moda
.“La filosofía implica una movilidad libre en el pensamiento, es un acto creador que disuelve las ideologías.”
Estoy tan fascinado con mi último libro sobre el Sáhara que
ayer a la tarde leyendo a Kendourie, pensaba que había logrado dar la vuelta al tema del Sáhara como
un calcetín. No he acabado el libro pero lo hago este verano, pero ya sé que es
definitivo. Yo estoy al tanto de lo que se escribe y se ha escrito en España
sobre el Sáhara. Los trabajos más serios, son los que espigan los archivos y hemerotecas más recónditas.
Añaden un informe de Castiella, un comentario de Solís, un dato del ministerio
de aviación cuando existía, un borrador de la ONU y así. Mi caso es totalmente
el contrario. Hoy no he parado de trabajar, celebrando nuevos hallazgos,
relaciones, significados.
Es como si estuviera disparando proyectiles de gran calibre
desde un tanque contra un muro, cuyos bloques no son más que cajas de zapatos
vacías. Así me siento. Le he dado la
vuelta al Sáhara, he ido subiendo escalones, un peldaño conducía al siguiente y
este ya el rellano. Mis libros forman una unida ascensional escalonada. La
radicalización crítica depende de las rupturas que vayas logrando
Hay gente que se sabe capaz y planifica cosas u objetivos,
otros que al hacer cosas descubren su capacidad, con la que nunca contaron.
También ha sido un proceso.
Evidentemente no había ser animado bajo la bóveda celestial
que me pudiera hacer un prólogo de ruinas del sindicalismo, vamos ni se me
ocurrió, por presupuesto. Aquí para el Sáhara si quiero y pensé en un director de un periódico de Las Palmas, expolítico y laureado o en un catedrático que me dio algunos
trabajos sobre el Sáhara. Y que me aprecia también. Los he desestimado ,
se lo voy a pedir al Niño, que ha estado conferenciando con las elites en Casa
África, quiero que haga un prólogo con título y que tenga copyright y sea otro punto en su CV y para mí
mejor, porque tiene más proyección que los otros.
E sigue por Baskenland y muy feliz. Le tira la tierra en la
que ha veraneado, tiene grandes amigos de cuando iba a Irlanda, escocia y Londres – contribuyó
a que uno entrara en el banco mundial, que luego lo cambió por las olas de Zarautz-, y es la
de la mitad de sus antepasados. Conoce mejor Bilbao que yo, -ya me lo dijo
MH. El viernes-sábado llegó con sus amigos a casa a las 7, me
explicó todo el recorrido como si fuera él el bilbaíno, con final en el Kafe
antzokia. Este:
Mañana temprano a Madrid toda una semana. XY me porfiaba que
ya había estado, y yo que no, una semana entera, no sé, si acaso alguna vez
más. Muy felices de estar en Madrid, ese
es el plan, estar, y los sitios donde iremos. Mucha museística, que es lo que
apetece, y yo libros sobre el Sáhara y Canarias. A la entrega de la carta verde
no se puede asistir, S. llega el jueves de EE.UU. De todas formas me gustaría verle salir a E
de la embajada. Su vida a él solo le concierne, pero yo me ilusiono con mi
desespañolización póstuma, que le hizo mucha gracia a Yael, con la que vamos a quedar y con Pablito, el futuro UCLA. Aunque yo no puedo dejar de ser español ni de vivir entre ellos,
que es lo que me encantaría –el periodista Alfonso Rojo (mucho sentido del humor)
parece tener un gran hartazgo de los españoles, no soy el único al
que no le gustan nada. Ya soy la rama quebrada y extinta del árbol de gernika
vasco, mi rama no está, solo me falta
que ocurra lo mismo del español, qué consuelo. No me importa que un
descendiente canadiense fuera hispanista, pero español jamás. No gracias.
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