domingo, enero 11, 2015

Mi madre, París y Je suis juif


Los acontecimientos de París dan  a este domingo un interés especial. Realmente emocionante. Parece que Europa está dispuesta a defenderse, el primer síntoma es que abatiesen a los terroristas. Fueron a ello, los hermanos no tenían rehenes y podían gastar la munición, sin contar con la presencia del psicólogo y el familiar. Chapeu. Tampoco murió ninguno camino del hospital. No había otra manera de simbolizar la determinación total.  La Marsellesa y la tricolor, los  benditos símbolos –por algo existen- imponen. Somos animales simbólicos –he tenido que buscar en wikipedia, no recordaba de quien era: Cassirer, a quien también ha leído mi hermano y lo cita.
He hablado con Washington. Le digo a E. que en Europa muchos medios han publicado caricaturas de Charlie Hebdo, y al parecer solo dos medios lo han hecho en todo EE.UU. Me contesta que  hay un océano entre EE.UU. y Europa en el respeto u ofensas a las creencias y que se ha criticado decir que soy Charlie sin publicar sus viñetas. El puritanismo americano ha desaguado en lo políticamente correcto,  son sus inventores, cosa que nuestros  progres –puro conocimiento y ningún prejuicio- ignoran.
Me llama MH para decirme a todo reír que  “Ama me está a todo pedir una copa de vino y añade: del bueno que tienes ahí”. Obviamente no hay ninguno donde está.
-Le voy a llamar a Jose para contárselo- por eso me llama.
-Te va decir que me des- una madre siempre conoce a sus hijos.
Le digo a mi hermana, “dale, claro, con cuidado”.
-Pero si no hay, igual a la tarde.
Nos reímos en casa ¡qué hedonista! Aunque ha tardado mucho en acordarse del vino.

He pasado  todo el fin de semana leyendo el último libro de Gregorio Morán, abandonando todo lo que estaba leyendo. Sobre los intelectuales españoles, a partir de 1962, aunque se retrotraiga a otras épocas, cientos  de páginas. ¡Cuánta erudición! tardó 10 años en escribirlo y no ha querido  publicárselo Planeta si no suprimía algún capítulo. No lo hizo y lo ha sacado otra editorial. Escribe muy bien, pero es de una crueldad extrema con casi todos los protagonistas de la historia reciente y menos reciente. No deja a casi nadie vivo, que son objeto de maldades y descalificaciones, algunas excelsas.
Cada vez me interesan más las bajas pasiones, en concreto  el odio y el resentimiento, la condición humana, que creo no han sido excesivamente pensados. La grandeza del ser humano, cuando ocurre –pocas veces-, es que es teniendo que convivir con ellas.

El político que más me gusta es Manuel Valls, el primer ministro de Francia. Comulgo con todo lo que dice. Me encanta, hoy también, una vez más. Ha dicho que el antisemitismo es un ataque a la República. El asesinato de cuatro judíos, por serlo, no ha despertado ningún interés sin embargo.

2 comentarios:

Jesús M. Pérez dijo...

Cuando leí por primera vez sobre el libro me acordé de ti.

Alguien dijo que Morán escribe lo que escribe porque no terminó en un chiringuito del establishment debiendo favores. Pero la afirmación tenía una carga de ironía.

José María Lizundia Zamalloa dijo...

es posible, porque son verdaderos ajusticiamientos, con ensañamiento. Hay alguna benevolencia como "el eternamente cansado" por Javier Pradera.
Al que respeta esa a Sánchez Ferlosio y Bastante a Manuel sacristán