domingo, febrero 23, 2014

Con ustedes: Makaros

Nuestra tertulia es producto de un proceso de depuración sostenido pero implacable. Al principio, cuando desembarcamos mi hermano y yo, era un ámbito dominado por liberales doctrinarios y radicales, aquellos sí que eran verdaderos “neos”. Coexistían con liberales políticos, que alguno permanece y sustenta nuestra tertulia. En realidad somos liberales en el sentido ilustrado, político, cívico, intelectual. Los “neos” se fueron ausentando sin  batirse, uno a uno. Como caballeros del XVIII que cambian de logia  o caídes turcos que mutan de cofradía.
Mákaros se inserta en una tradición, se reconoce heredera de otra del mismo nombre compuesta por ilustres santacruceros,  que si no estoy confundido se reunía también en el Oliver y a la que pertenecía el  eminente médico y humanista  Doctor Trujillo, padre de nuestro compañero Luis, formado en el prestigioso hospital neoyorquino “Monte Sinaí”.
Según nuestro catedrático, nuestra tertulia es la intelectualmente más interesante de la isla. ¡Cómo desmentirle! Es un pope con el que casi nunca estoy de acuerdo, pero aprendo de  él, que todavía estoy en edad para ello. Ya que también se habló de la sed  de absoluto –yo cité a Steiner-, tenemos sed de encuentro, debate, actividad y vida intelectual, por lo que se puede hablar de estabilidad y continuidad. Somos más y acceden nuevas personas  con notables méritos.
Hay ingenieros, arquitecto, catedrático, periodista cultural y pintor afamado, gente del arte, economista y los inevitables abogados raros y desfasados.
La tertulia tiene una escora clara a la epistemología. Siempre se plantea las posibilidades o límites del conocimiento, tiene ese punto de clase de filosofía en el colegio-15 años. He descubierto el quid de los catedráticos: se enfrentan al mundo desde su catedra como los sacerdotes desde su fe y emanan teoría (la propia) como si fuera un crucifijo interpuesto, es más, la teoría es una weltanshaung. Todo muy Hegel y holístico, porque Kant en lo que no sabía lo remitía al noumeno. Cualquier ingeniero les refuta sin ninguna dificultad, porque son de ciencias y se nota. Las teorías cerradas, la explicación para todo encandilan al auditorio. Para imponerme, que es lo que me gusta, he de hacer acopio de autores, razonamientos, gestualidad invasiva, saberes -un intelectualillo de izquierdas no lo sería en otro caso y es lo que ha hecho siempre- ironía, agresividad contenida, mucha provocación y tratar de que la gente se ría. Así he cimentado mi prestigio: provocador, simpático (nadie me lo ha dicho, pero lo supongo) y expulsador.
Confío que en cuanto la tertulia tenga una normativa básica, y previa a las condiciones de admisión se definan las de expulsión. Ahorra mucho.
Ayer con Alejandro y Ella me puse hablar de arte contemporáneo, el resto escuchó durante largo rato sin intervenir. Llevaba años sin hablar con nadie  de arte contemporáneo. De los Rothko que hay en la Tate Gallery, que son color fields y sus épocas, de los tres de la Phillips Collection de Washington (eso yo), de Motherwell, de la entrevista que hizo  a Tapies, de obra gráfica de Hartung, de Chillida y Oteiza…  
Ese es mi continente sumergido que nunca aparece, el arte contemporáneo tiene una cualidad que en absoluto me desagrada: es solo para iniciados.


1 comentario:

Anónimo dijo...

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No había estado nunca en la sede bis. La cocina mejor q la del casino y aunque teóricamente es más cara la carta, me salio más barato q en el casino donde últimamente recibí alguna estallada que ni siquiera remediaba el billete del vasco. Por cierto que esta vez no tuvo necesidad de sacar el billete.
2 libro de Julián Marías escogido por el escritor ágrafo. En ivoox hay varias conferencias del dolorido español. Puede servir de aproximación al tema.
3 me quede boquiabierto x la cultura de Ella y Alejandro , del vasco no me asombro pq es excesivo en todo. Vamos, que esas moles q apenas los grandes parques nuevos de las ciudades y los margenA de las autopista pueden ser tenga de conversación sobre arte.
4 Arturo no te auto expulses. Se te echó de menos. Eres casi el único q frena al vasco en sus excesos. Con tu ausencia fue dueño indiscutible del campo.

Saludos edh.


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