Simpático, vitalista, hedonista, afecto al humor y los chistes,
muy alegre y con buen rollo (como Agustín Máximo Padilla Fuentes), sonriente y pícaro, admirador de las mujeres como si dispusiera en ocasiones de
un piloto automático, bebedor, desprejuiciado, nada timorato, bohemio,
noctívago, efusivo, cariñoso, negociante
(no sentía repugnancia por el rendimiento económico de lo que fuere,
incluido el arte, de lo que hablaba: de ventas) pero a la vez era extraordinariamente
generoso y elegante, respetuoso más que irreverente, tolerante y liberal, amistoso,
leal, humilde, muy noble, algo exhibicionista… amaba la vida con pasión y le quedaban años con que deleitarse él, los suyos y nosotros.
En un mundo saturado de aburridos -auténtica superpoblación- Palarea era como un tótem de
la diversión y un verdadero personaje. La ciudad de La Laguna debió incorporarlo
al patrimonio cultural de la ciudad hace tiempo: me consta que contribuyó durante décadas a que La Laguna y sus noches fueran esplendorosas
o al menos lo parecieran, imprevisibles,
legendarias con individuos carismáticos
como él mismo, lo que una ciudad universitaria
como La Laguna debe engendrar, aunque sea a golpe de edictos.
Este es mi Miguel Ángel, con el que mejor me entendía y al que le invitaba a las fiestas
que alguna vez organicé, porque era un
amigo de divertido imprescindible; y en muchas cosas referentes a la vida, sus
disfrutes, malas costumbres, derivas… éramos
muy colegas. ¡Cuántas noches memorables, que hayamos vivido tanta gente, lo habrán sido en gran medida gracias a él! Eso es la vida: la gente que hemos
encontrado y lo que nos ha dado. También colaboramos en algunas cosas
culturales, siempre perfectamente, con gusto, hubiera sido impensable que con
él hubiera existido algún problema.
Como yo tengo derecho también a hablar de
Palarea lo voy hacer, entre otras cosas porque se habla mucho de él pero para
decir prácticamente siempre lo mismo, adjetivos que no voy a repetir.
Porque Palarea da para mucho más. De
Palarea se dice una ristra de elogios por su multifacetismo pero nunca se adentra
en ello. Es como si los significantes hurtaran al protagonista. Analizarlo es
hacer un esfuerzo y mostrar interés por lo que hacía. Sacarlo de la retahíla de
palabras para bucear en sus contenidos.
No puedo con todo de una vez, por lo que ahí va mi primera
entrega.
1 comentario:
QUE EPOCA MAS DIVERTIDA, LUCIAN!, COMO DISFRUTAMOS DE NUESTRO QUERIDO PALA, TAN GROUCHO, TAN SIMPATICO, BUENROLLISMO ALWAYS, QUE PERSONAJE MAS ENTRAÑABLE. HEMOS TENIDO MUCHA SUERTE DE HABERLO CONOCIDO,...
BESOS GRANDES.
R.W.
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