Benefactor por todo su poder desmantelador de desvaríos, alucinaciones, delirios, psicosis (que lo serían de forma individual, pero no cuando son colectivas), imposturas, simulaciones, disimulos, engañifas, trampas, trapacerías…
Cuando el principio de realidad irrumpe y se entroniza como un faro rematado por un nido de ametralladoras, el baile de disfraces, las comedias y los sainetes implosionan expeliendo adarmes de materiales de ínfima calidad en los que se cobijaban vaporosas ilusiones.
GRACIAS A LOS ODIADOS MERCADOS y A LA DEUDA PÚBLICA Y PRIVADA alcanzamos los niveles de consumo, servicios, carreteras, AVE, colegios, sanidad, coches, viajes, consumo compulsivo, fines de semana empotrados en grandes superficies o en aviones puentes y vacaciones, prácticamente todo.
Entre tanto los que creaban toda la confección textil, los barcos, electrodomésticos, o cien mil componentes de la mayoría de los productos trabajaban y trabajan en Asía, África y América a cambio de 200 dólares.
Nunca nadie ha hecho tanto por nosotros como los Mercados. A ver si las flotillas de Audi, BMW, los 4x4, los plasmas de última generación, los Ipod, blacksberrys, bulberrys las inversiones en ladrillo las adquiríamos porque ahorrábamos mucho para pagar al contado después. Gracias a la deuda privada ha sido posible todo eso, no a valores morales católico-izquierdistas, ni al ahorro, ni evidentemente a la banca política: las Cajas de Ahorro, que vienen a demostrar la superioridad salteadora de la Política, con el ramillete de beneficiarios, patrocinados, enchufados y asaltantes.
Qué hubiera hecho la poblada jungla de administraciones españolas, ese nuevo gran imperio español sin la DEUDA PÚBLICA.
Pensad en la Consejería más suntuosa que hayáis visto, que os evocaba la Suiza o Canadá de dentro de dos décadas, sofisticada de diseño y materiales nobles, obras de arte de firma, o en aquel hermosísimo instituto, o en exterior tornasolado de un hospital, en las flotas de coches oficiales, las policías de nacionalidad, la televisión de nacionalidad… ¿quién y cómo se habrá podido financiar?
Y al final, hemos dejado a los Mercados en la estacada, porque nos hemos ido sin pagar, empezando por Grecia.
Solo Izquierda Unida nos puede sacar del marasmo. Fomentando el empleo y haciendo la reforma fiscal para que los ricos paguen a los pobres, entre los que procuraremos estar no bien ya estamos. Han echado cuentas. Por fin alguien sabe sumar y restar y se deja de complejidades. Mi voto hoy, que se inicia la campaña, es para Izquierda Unida. Voto a la Política. Mueran los Mercados.
1 comentario:
Para izquierda hundida? Para esos cuatro diputados que van al congreso en taxi? Voto inútil .
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