Dos noticias pueden leerse hoy en los digitales. Un perturbado mata a tiros a 11 niños en Brasil. Un especialidad instintiva que nuestras mayorías de progreso, de suyo intelectuales, analíticas y ecuánimes, siempre han considerado de monopolio (criminal faltaría más) estadounidense. Aunque estas matanzas también ocurran en Alemania o Inglaterra.
Hace 3 ó 4 años leí cifras sobre las muertes violentas por cada 100.000 habitantes: El subcontinente americano, que es el de las creencias en mitos, inventos y atajos, dominaba absolutamente el pódium de medallas de oro.
Las mayorías intelectuales de progreso, sin el antiamericanismo más primario no es que no serían nada sino que no existirían. Estarían fracturadas, sin quorum, retahilas y unidad de comentarios unísonos.
La potencia absoluta en criminalidad es una dictadura de facto como la venezolana, aunque conserve formalmente instituciones democráticas secuestradas, que produce una criminalidad muy superior a todo Estados Unidos en su historia, y está al nivel envidiable de la guerra de Irak en mortandad. Caracas es el símbolo mundial del crimen. Otra gran potencia es Méjico, pero también Brasil, con ciudades míticas como San Paolo y Río de Janeiro, auténticos emporios, pero sin olvidar a Argentina, sus villas y villeros, estadios de fútbol, ocupaciones y la inseguridad atroz con la que hay que salir todos los días del portal de casa. Colombia es la Suiza de la criminalidad, y que decir de todas las maras, los barrios de Guatemala, Nicaragua, Perú, Panamá…
Los barrios del subcontinente americano son zonas, geografías liberados ya por el estado hobbesiano de naturaleza, y a la cabeza Caracas y Venezuela auténticos marcas de la nueva sociedad criminal que regresa a marchas forzadas al estado de naturaleza.
No alcanzó a entender por qué los progres intelectuales, moralmente tan exigentes y ejemplarizantes nunca tienen una palabra ni una conclusión ni otra frase o comentario nuevo y personal sobre los imperios de las muertes violentas, y pasan por alto unos índices que son los de la guerra de Irak. No lo sé.
Nadie ha imaginado que la proliferación de asociaciones del rifle por Latino América, vendría a comportar un avance en la recuperación del estadio de civilización ahora disuelto en gigantescas áreas. Si hubiera pequeñas delegaciones de ella en cada barrio centro y sudamericano otro gallo cantaría. Alguien se imagina lo que eso supondría en esos barrios: cursos sobre enmiendas constitucionales, libertades personales, responsabilidad cívica, compromiso colectivo, concentración de esfuerzos individuales (de civiles) para fundar una nación, una sociedad... Mayorías progresistas ¿qué os parece? ¿Pasaís no, no están los ingredientes de vuestros apetitos?
Será porque Estados Unidos precisamente en el continente americano vienen a ser, con libertad de costumbres, creación y pensamiento, el Estado Vaticano.
Y la otra noticia, nuestra mayoría islamista gazarí, tan silente, pasará por alto otro hecho de ayer. Una de las milicias del teocratismo medieval de Hamás ha impactado uno de sus cohetes en un trasporte escolar. El chófer y una niña de 16 años gravemente heridos.
Las fuerzas de defensa de Israel han atacado objetivos terroristas, no a transportes escolares.La autoridad terrorista medieval ha decretado el alto el fuego.
3 comentarios:
Lamento ser la excepción que confirma la regla. Pero algunos sí nos hemos interesado por el fenómeno.
Caracas, se decía, era más violenta que Sarajevo. Considerando que los Acuerdos de Dayton se firmaron en 1996 y Hugo Chávez llegó al poder en 1999 podemos asegurar que el fenómeno es anterior al Chavismo. Eso sí, el actual gobierno venezolano ha sido incapaz de dar una explicación razonada y razonable del por qué de la violencia.
Allá por 2006 presenté en un congreso académico una ponencia sobre la violencia de las maras en Centroamérica. Y recuerdo que preparándolo me nutrí de muchas fuentes de EE.UU. donde el FBI consideraba a la Mara Salvatrucha (MS-13) la banda de crimen organizado más peligrosa del país. Es curioso que en aquel entonces me pareció que abordar el asunto en el panorama académico español era hacerlo de un tema trillado y por de sobra conocido. Craso error. En EE.UU., México y Centroamérica evidentemente abundan los trabajos académicos desde la crimonilogía, la antropología, el trabajo social y hasta los estudios de seguridad y defensa. En España era un tema desconocido.
Y a pesar del sentido de urgencia con el que lo escribí pasaron algo más de cuatro años hasta que el Center for a New American Security (cercano a la administración Obama) hablase por fin de "Crime Wars".
Otro pequeño gesto de autombo, Las guerras invisibles de Iberoamérica, para que termine de ubicarme si se acuerda de la charla de Israel y no me confunda con el otro Lobo.
Un amigo me advirtió de que usted no era Agustín Enrique, algo que di por sentado, ya que había pinchado en Lobo.
Compruebo su formidable preparación, y es un honor que últimamente frecuente este blog.
Me gustaría que viniera un martes a la tarde a nuestro programa, dispondría de todo él. Hablaríaumos de su libro y más cosas interesantes. Tendríamos muchas cosas de las que hablar.
Por google puede encontrar mi movil y mi correo es lizundia.zamalloa@gmail.com
un cordial saludo
Por cierto, le he enviado un correo.
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