domingo, abril 24, 2011

Esfuerzo baldío, mañana boda


Así como la Princesa Diana me parecía insufrible y me hacía bostezar solo verla, siempre he admirado al Príncipe Charles –menos en su bizantino gusto arquitectónico antimoderno (parecía salido del programa  La Puerta)- un tipo afable, simpático, muy educado, un James Bond retirado, ocurrente, con infinito sentido del humor, un británico de pura raza como un  pura sangre de Ascot. Un estar en el mundo, un valor solo griego y británico.
Desde aquí mis felicitaciones  a la Familia real británica, siempre preferible –y completamente inocua y democrática- a sus inicuos imitadores  en Venezuela, Nicaragua, Cuba, Siria, Corea del norte, Libia, Argentina…  del  republicanismo de génesis Napoleón en Notre Dame pintado por Jaques Louis David.


Tanta dedicación al tema del Sáhara, tantos libros comprados y leídos, para que a día de hoy solo pueda ofrecer una única evidencia: todo lo que tengo son 52 cms de libros, ni siquiera  llenan  un estante IKEA, lo que es triste y decepcionante para mí. Me gustaría saber para que sirvieron los 70 euros que me costó el libro de Julio Caro Baroja Estudios saharianos, para qué…  ¿para acumular tan ridículo resultado?, casi que me arrepiento. Pensar que creía que tenía un peso pesado, una volumetría contundente como un inmueble, un plus de medición en mis estanterías... Ese libro de Caro Baroja lo tenía en mi estudio de arriba, sobre el océano y la bahía- a las 19:30  un trasatlántico negro como el Queen Mary,  God save the Queen! Casi he gritado, enfilaba la bocana del puerto- sin incorporarlo a sus hermanos del estudio otro.
Me tengo, en mi fuero interno, por un especialista del Sáhara, diré mejor me tenía, creía que con 24 libros leídos, tantos como de  Peter Handke, Ernest Jünger, Octavio Paz.. y conocimientos laterales  podía ser alguien mínimamente solvente, un especialista, alguien con ideas que ha reflexionado desde el conocimiento. No desde el té, el turbante y demás ceremonias solidarias, solo secundariamente  fotogénicas, ¡Hola! mediante por testigo.
 Ahora sé que no, puro diletantismo, un aficionadillo indocumentado. Ese soy yo. Nadie con 52 cm, me refiero al asunto intelectual, es mínimamente solvente. Aunque quede muy lejano ya y no me acuerde bien, sobre tema vascongado alcancé muchos más, para saber después de Vasca Cultura que no tenía nada más que decir, que es lo que afortunadamente me ocurre siempre.
Me da igual que las pandis de amistosos con el Sáhara –hay que diferenciar a sangre entre los saharauis y los aburridos de la opulencia necesitados de Causa-, esa medalla de barrio,  vecindario o televisión, computen su  conocimientos por milímetros. No de turbantes ni de cintas o rollos de cine de festivales en Tinduf, ad maiorem gloria ego, y otros eventos estéticos, en que son larguilineos.
No he parado la semana santa con los 52 cm, en realidad he estado comprometido con el último que es  de unos 2,5 cm. No lo he medido.  Me tropiezo con cosas sorprendentes. En la narrativa del  Sáhara faltan hechos, no es ni siquiera cuestión de valoraciones y juicios, sino cuestión cognitiva. Algo que ya sabía y algo que lo cuenta la autora de un buen libro sobre el Sáhara. Se celebraron en la Casa Encendida de Madrid unas jornadas sobre África, con un programa por países. La asistencia era mínima, salvo cuando tocó el Sáhara que la casa se encendió y por poco incendió de ganas y fervor. A esta autora ,por lo demás frecuentadora de Tinduf, le sorprendió el nulo interés por conocer la realidad del Sáhara (no la realidad del suministro lácteo ni toneladas de azúcar remitidos), cuenta la autora que a la ambiciosa ignorancia se sumaban tontas creencias como que cuando la ocupación del Sáhara había tal censura que nadie se enteró (el noble pueblo español).   Las  habituales sublimaciones   del inagotable caudal de  religiosidad hispánica. Esa subrogación, transacción y fusión  de catolicismo e izquierdismo, ese penoso fragor de fondo, del que sale, como la mala hierba, la mayoría social inevitable y el discurso hegemónico.
  Salvo Jesús de Nazaret, hoy resucitado, que va por libre. Por Saint Andrews.

1 comentario:

Willy Toledo dijo...

Hola,
me gustaría invitarle a venir con nosotros:
http://blogs.cadenaser.com/la-script/2011/04/25/el-cine-vuelve-al-sahara/

un saludo de su amigo
W. Toledo.