Resulta gratificante
haber contribuido al alumbramiento de un libro como este, una gran satisfacción
para quien edita libros, porque donde no había y debía haber ahora hay. Una vez
el libro está en papel es cuando de verdad uno puede degustarlo, y así ha
ocurrido.
Lo que tiene Mustafa
Akalay Nasser de hablador torrencial, culto con gracejo, simpático y
campechano, de memoria prodigiosa, muy al tanto de sus tres culturas (de
países, no religiones) trasladada a la escritura esa amenidad crea un flujo narrativo que enhebra distintos
registros y pareciera solo se diera cuerda.
El libro se demora hasta enfrentar su núcleo propiamente, que es su título, pero
antes se hace preciso su subtitulo: la síntesis de la historia... Es de lo mucho
que agradecerle por el recorrido que nos da por la historia y entresijos
del protectorado y Tetuán, no sin desviarnos para visitar las diferentes concepciones arquitectónicas
y urbanísticas del protectorado francés y el inevitable Residente general Lyautey
(un ideólogo urbanista, respetuoso del arte).
El urbanismo y la arquitectura no son disciplinas y praxis autónomas
sino que éstas siempre obedecen a planes, concepciones de vida y hábitat,
ideologías, estilos en boga, eclecticismos y “neos” que nos va narrando con enorme soltura que
hace que la historia mantenga una relación de simbiosis inescindible con el tema del libro y tome claro pulso literario muy lejos de informes, catalogaciones, academicismos. Todo es
traído perfectamente imbricado a la historia del protectorado español y aun
antes, a la guerra de África, sazonado con valoraciones de ambientes, culturas, experiencias de la mano
de Pedro Antonio de Alarcón, Goytisolo o
Arturo Barea.
La fluidez de su escritura e incardinaciones de la
arquitectura en procesos históricos y políticos que la hacen más inteligible,
no descuida el núcleo concreto de su título El ensanche de Tetuán (1860
-1956) y llegado a ese punto en que el objeto de estudio e investigación queda
cercado, el urbanismo y la arquitectura no son posibles sin reglamentaciones,
disposiciones administrativas, planes de ordenación y concepciones precisas de
la ciudad y el territorio. Tengo la certeza de que este título quedará incorporado
a la historiografía esencial de Tetuán,
a su arquitectura y urbanismo como
imprescindible.
1 comentario:
Gracis por esta reseña
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