Leonor de Aquitania fue reina de Francia y después de Inglaterra, además de duquesa de Aquitania, una mujer muy intrépida que estuvo en las Cruzadas y ha pasado a la historia como antorcha de la emancipación de la mujer. Su formación le permitió realizar las entonces actividades reservadas a los hombres. Siempre relacioné la elección de ese nombre con Leonor de Aquitania. La princesa Leonor obliga a confrontarla con la juventud actual y con los dirigentes de la nación. Resulta imposible no hacerlo. Verla con la suma austeridad del soldado bisoño, en verdadera igualdad, arrostrando esfuerzo, sacrificio, disciplina, humildad, incomodidades a la hija y nieta de reyes, es un poco el mundo al revés. Que se rinda culto al sentido del deber y el esfuerzo, y de ello se haga enseña, es algo provocador en nuestra sociedad infantilizada de autómatas titulares de solo derechos (único programa de izquierda: ampliación de derechos, ¡y helados!) y hábiles perceptores a domicilio de todo tipo de ayudas. No quedan oficios bien dispuestos. La fuerza de sus imágenes impugnan nuestro mundo, patio de recreo para soñar y corrala/corral el parlamento hecho con el pringue del sanchismo, guirigay, gallinero, asambleísmo iracundo y gamberrismo, un presidente de gobierno oculto como el Mahdi, que otra vez hace leer su calificación de psicópata. La Historia sin duda se lo reconocerá a Sánchez, haber fundido psiquiatría y política, tras todas las veces que es asociado con ello: para inteligibilidad de los análisis.
Una buena parte de nuestra
hedonista juventud con el chicle elástico
de derechos como los niñatos supremacistas catalanes, que la otra parte envidia,
sueña con youtube, tik-tok, influencer, hacer
contenidos, estudiar comunicación e imagen, marketing y diseño, administración
de empresas, es un golpe bajo el de la princesa. Mientras “regresamos a casa
solas y borrachas” (no lo recomiendo, ojo zonas) hay otros/otras que velan,
cuidan, hacen guardias, para que un sueño profundo mitigue sus resacas.
Sigo a la Casa Real, contra cuyos representantes el vulgo, la
chusma, sans-culottes (para progres siempre cultivados: lumpen) claman “porque no hacen nada”, cuando sus
agendas y labores son de ejemplaridad extrema e incomparables con políticos.
Si ya la monarquía española, con la que los ideales democráticos
(no hechos históricos ocurridos) de la
república han tomado cuerpo real y exacto contenido, la conjunción
sanchista-populista albergaría entre sus objetivos estratégicos la extinción monárquica. Sabemos a ciencia
cierta por la historia que sería ocasión de la izquierda para abolir la derecha;
con Jefes de Estado como Zapatero, Monedero, Iglesias, a elegir. En el ranking
de instituciones fiables y mejor valoradas están la monarquía y el ejército;
que Leonor prestigia y enaltece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario