Con toda su vitalidad arrolladora me daba la razón, sólo trata con personajes, y desde siempre. A mi me halagó mucho su novia, que cuando me conoció le dijo que no tenía un solo amigo normal. El valor gozoso y restallante, hemos convenido, de la excepción, lo raro, la anomalía, disidencia, singularidad.
Ayer comiendo con Jose (el aristócrata ilustrado vasquista y sin relación alguna con el universo nacionalista) e Idoia estuvimos hablando de los héroes vascos barojianos; Shanti Andia, Tximista, Zalacain, Embil y su grito de guerra Eclair Eclair, adelante adelante hurra. Y ahí está Gorka Angulo, otro incorrecto dispuesto a nadar mariposa contra el mainstream, desde Santurce, de donde es, a Bilbao por el medio del cauce solo cuando baja la marea. Y todo esto en una sociedad cada vez más monoteísta, siempre gregaria, coral, unísona, encuadrada, timorata y acorazada. A la fuerza se genera lo que más o menos sostendría Fichte, su No-Yo, NO nosotros. Pero algunos viven, y con mucha vitalidad, incluso jocosidad. Egregios/masa, no lo digo yo, sino Ortega y Gasset.
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