Fer me comenta: te acuerdas de que antes a las 12 horas nos íbamos a tomar las copas, lo dice a la hora que ya nos estamos yendo para casa.
Cuando tenía 40 años decía que vivía en la calle y venía a ser tal cual. Lo recuerdo cuando vamos XY y yo para el restaurante, me dice qué bien te lo pasabas en la época del Círculo de Bellas Artes, una vez yo pasara lista de las bajas habidas en combate. Estar en el centro me hace flotar en el tiempo, verme casi eterno.
Como siempre incurro en mi debilidad: camareros/as. Es mexican se llama D. Al lado hay un restaurante mexican y un cumpleaños de otro mexican, sin parar de soltar tacos e insultar, pero como es idiosincrático nadie se queja, de unas 40 personas bien contadas, de las cuales la mitad son mujeres veinteañeras y treintañeras seguramente ardientes y fogosas. Se están tomado coronitas, tequilas, cantan, insulta, megafonía en la calle. Y dices, estos pobres mexican en Europa se tienen que aburrir de lo cielito lindo. Es evidente que la fiesta está en América. Al cantante C Tangana nadie le impide cantar en América por letras machistas, como ha ocurrido en Bilbao, que se nos ponen escrupulosos cuando han jaleado el tiro en la nuca durante decenios, son de mucha más sangre que esperma, de muertos inducidos que de niños. Esta Europa de hospitales generalizados y geriátricos, puritana, moralista, prohibicionista, tan socialdemócrata y ñoña, regulativa y coercitiva, abusivamente inculta y sin universidades es impensable en EE.UU. Basta coger sus canales hispanos y escuchar las letras, la energía, creatividad, la mezcla de idiomas, de razas, la fluidez de la vida, el estar todo haciéndose, por descubrir y precipitar, el hedonismo y el mestizaje, la vida de los instintos y afectos, del gozo y la permisividad, la ausencia de analfabetos, enchufados o subvencionados, dedicándose a la ingeniería social, desde los chiringuitos de activistas ni-nis. Gente mortalmente aburrida, pacata, insegura, sin preparación ninguna ni vida, que no puede más que hacerse activista de sus propios fantasmas y carencias.
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