Mi hermano se marcha de la isla. Consternación

Hace años no éramos nadie, o sí lo éramos algo: unos don nadie, piezas menores. Solíamos actuar en cafés-librerías, discotecas, librerías, alguna radio local dando charlas, conferencias, presentando libros o perorando. Nos movíamos por antros de mala muerte, hasta que la diosa fortuna,la Tyché nos resarció y premió.

La primavera estalló y los campos se inundaron de florecillas, insectos felices y la más pura armonía que alguien pudiera soñar, era un crisol de colores amables y cantarines. Melodiosos susurros llenos de sensualidad y de una adormecedora sensación de paz cósmica.
Mi hermano comenzó a desfilar por el nivel A:  Facultad de Filosofía, Asociación El Sitio de Bilbao, Casino de Santa Cruz de Tenerife, Instituto de Estudios Canarios, Real Sociedad Económica de Amigos de País de Tenerife. Hace tres años emprendió la Hégira  (viaja de Mahoma de la Meca a Medina:) a cuyo término se encontró en la enseñanza secundaria de profesor.

Estos son Los Benitos, el grupo lúdico hedonista y vitalista de profesores, que pareciera mi hermano pastorea.

Había transitado del gremio competitivo, apariencial, taimado, simulador, individualista  de los muy Señores Advocats, a la enseñanza secundaria, de donde es esta foto: En la enseñanza al menos una vez al mes tiene comidas que duran hasta después de la cena. Allí nadie es más que nadie -que sí ocurre en el ámbito de los muy petulantes srs advocats-, prima el compañerismo, la igualdad, el gusto  por la cultura  y el conocimiento, la falta de dobleces, reservas, simulaciones.

Mi hermano pasa ahora  al mejor grupo y el mejor pagado, pero tiene que ir a FUERTEVENTURA

Va a ser rico, espero que lo repercuta en su nivel de vida:

mi hermano hace tres años  qué dejó a los Sres Advocats. Fue a la fiesta de la corporación que se celebró en el sur el otro día. Me confesó que  con los  advos (Srs) no se encuentra nada. No quería romper del todo por si tenía que regresar.

Ayer estuvimos Fer, él y yo de nuevo en Los Reunidos. Y llegaron dos fiscalas, una cenaba con un refresco de naranja y otra con agua. El único detalle que me interesaba. Casi se abalanzaron sexualmente sobre mi hermano, qué alegrías y qué besos.

- ¿No te odian o qué?

- Por qué habrían de hacerlo...?

- Pues vaya aburrimiento y sin sentido.

Hoy que me han quitado los puntos, me he despertado sobresaltado y sudando, peor que cuando soñaba que tenía  que volver a hacer la mili. Y es que resulta que yo era mi lejanía psicológíca moral e intelectual, o sea otro Sr Advocat. 

El caso es que tanto mi hermano como yo hemos logrado dar giros copernicanos a nuestras vidas, cuando tan pocos lo hacen, siguiendo el curso de las  aguas de sus canales.