Tras la publicación de 4 títulos, he decidido incorporarme a mi colección ENSAYOS SAHARIANOS, tan flamante ahí arriba. La causa es la ganas de debate que me produce la colección, de figurar también como autor, que es la posición que te permite argumentar y debatir. Y escribir. Hay dos intelectuales en verdad prestigiosos, uno de ellos un premio nacional de literatura de Marruecos. Es muy estimulante -el ensayo y la literatura de no ficción están convocados-, aunque haya escrito dos prólogos de los ya publicados. Pero insuficiente. No tengo la menor duda del valor y estímulo de esta colección.
La primera tanda de autores se aferraron a su respectivo libro como si fueran dos posesiones que defender a ultranza. Es lógico por otra parte, un libro hace mucha ilusión cuando son los primeros. Yo mantenía mi interés, el de la colección, era el conjunto lo que a mi me interesaba y en lo que había comprometido mi dinero.
Preparando el libro de Clara Riveros, la amiga colombiana que va detrás, me he sentido orgulloso de mi colección otra vez.
El nuevo libro es el que más me está costando. La forma de plantearlo y los temas a abordar. No sirve cualquier forma, sino que hay que dar con ella y bien, porque el libro va a ser complejo. Quiero hacer algo distinto en el planteamiento y en la construcción del fondo, que es muy ambicioso, Como siempre se trata de indagar en lo omitido, orillado, el enfoque prescindido, lo que no se aborda, que al parecer es a lo que me dedico. Quizá la literatura marroquí tenga algo que demostrarnos. De lo que si tengo la certeza desde el comienzo, cuando pensé en editar textos que no se habían publicado en papel, en la importancia de hacerlo, eran documentos imprescindibles -lo que me hizo editor eventual adosado- , sobre todo uno, que siendo el autor un marroquí no entendía como no se hubiera publicado. Marruecos debiera de haberlo hecho en España. Sabiendo como se sabe que en el contencioso del Sáhara hay dos partes el Polisario/Argelia y Marruecos, y toda la literatura española es pro una de las partes militantemente, hasta con frenesí. No se ha consultado la opinión o parecer de la otra parte ¡qué tiene huevos! en España nunca; ya que Marruecos no lo publicó lo haría yo. No es nada inteligible suplantar a un Estado, pero da gusto.
Veo mis libros sobre el Sáhara (ahí arriba) y resulta que he hecho bastante por un país extranjero, defender sus tesis, y con alguna importancia desde el momento en que se citan mis libros en libros y autores españoles emblemáticos para el Sáhara y algunas universidades los conocen.
Aquí están los libros que he escrito, con los prologados y en los que figuro como bibliografía, y anuarios (Instituto de Estudios Canarios y la Sociedad El Sitio de Bilbao) y alguna revista. Me faltan ahí más revistas, suplementos, tesis, y cientos de artículos periodísticos. Teniendo en cuenta que empecé con 49 años no me puedo quejar. Cuando vencí mi negatividad activa, que tan bien me ha dirigido siempre por las periferias en cuanto merodeador, como gusto decir, y con una condición sagrada nada desdeñable: el ser intruso y actuar como tal. Un campo de insospechable riqueza.
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